elegante decorado de su fachada, con un grueso cordón tallado en relieve - por lo que se la conoce como Casa del Cordón.

•• La otra mansión, con la primicia de haber sido la primera Casa de Moneda europea en América, donde se acuñó las primeras monedas oficiales europeas en América.

SD Con todo, es fácil imaginarse que, en esta Nueva Isabela, pasaron muchas más cosas que las sugeridas a primera vista por los restos restaurados existentes.

║ Por ejemplo, en un muro que es no más que un vestigio, una placa explica que es el resto de un edificio que fue Palacio Arzobispal desde los primeros tiempos hasta 1933; que también fue albergue provisional de tropas; que, en sus patios, se lidiaron toros; y que también albergó el colegio dominico de La Salle.

║ Más ampliamente, qué fascinante efervescencia - de expectativas, incógnitas, rumores, idas, venidas, desmentidas, confirmaciones, acontecimientos apenas creíbles - debió de permear la vida de cada día de aquellos primeros tiempos. Por ejemplo,

→ venía una flota de España: ¿qué órdenes reales traía?;
→ se iba una flota a España: ¿iba a escapar a los piratas?;
→ se aventuraba una expedición hacia lo desconocido: ¿hacia dónde, por cuánto > tiempo, con qué nuevas iba a regresar; regresaría?

Lamentablemente, mucha documentación de tal efervescencia - especialmente de la más vieja, la más venerable, aquella anterior a 1586, o sea de los 90 primeros años - no está más. Es que, lamentablemente, aquí también cometió sus fechorías y desmanes uno de los agentes de operaciones encubiertas de la corona inglesa, el pirata Pancho el Pato, o sea Francis Drake, en 1586 - cuando, entre otros vandalismos de su asalto a Santo Domingo, quemó los archivos españoles; fue una destrucción de significado histórico mucho mayor que otras destrucciones aparentemente análogas porque, en este caso, se fueron en llamas y humo documentos no simplemente locales sino documentos directos y auténticos del crucial primer capítulo de la infiltración europea definitiva en América, una circunstancia sin muchas equivalencias en la historia humana.

SD De lugar en lugar, en este sector viejo, también aparecen estatuas de factura y corte muy modernos que, sin embargo, armonizan perfectamente con el ambiente.  Cada una de estas estatuas detiene el ojo para su apreciación.

    
                                        Cristóbal Colón                                                                  Nicolás de Ovando

Nota final. No hay que dejarse engañar por todo cuanto se ve. El interés histórico impalpable es indudable: las ruinas, mientras son ruinas, son auténticas; pero los edificios demasiado bien conservados, en su mayoría no son "conservados" sino prácticamente reconstruidos.  Ahora mismo, hay >>>>>>>>>>>>>>>>