Y el chofer de la Expedición se preparaba a entregarle el relativamente inútil registro de manejar internacional, guardando el precioso registro básico de Vespuccia. Pero ni tuvo tiempo.
Al bondadoso policía se le había ablandado el corazón al instante. Se ofreció a subir a nuestro coche y guiarnos hacia nuestro destino, bastante cercano pero bastante inaccesible en este Caracas. Llegados a destino, estiró la mano, palma arriba.
- ¿Qué?
- Para un taxi para regresar.
- ¿Cuánto puede ser?
Y nos impuso un importe ocho a diez veces más grande que lo que realmente costaría un taxi. Podíamos haber rehusado pagarle porque él no podría haber explicado a sus superiores por qué se encontraba alejado de su puesto asignado en su calle; pero con qué gusto se lo pagamos por el privilegio de haber visto tan fina demostración de coimería. Y seguro que regresó a pie.
CC También fuimos a visitar la casa natal y el museo de Simón Bolívar, en busca de datos comparativos con José de San Martín.
Bolívar nace en Caracas (1783); y, por lo menos, se queda en su tierra natal hasta los 16 años. Luego, viaja a Europa, dos veces, y a la Vespuccia de entonces, una vez, hasta sus 24 años.
¡Ahá!
… En 1810, hace su propio peregrinaje a Londres, donde ya estaba su coterráneo, el precursor Miranda.
… Contactos con el gobierno inglés. Inglaterra, encantada de ayudarle - tratándose de hostigar, y posiblemente derrumbar, a su vecino, España - a punto que, para mayores honores y, se supone, para mayor premura, lo devuelve a Venezuela en su propio bergantín inglés, el Sapphire.
… Sin pérdida de tiempo, en 1811 ya, Bolívar empieza los trece años de abrumadores enredos militares y políticos que llevarían, finalmente, a la independencia, de Venezuela, de Colombia con su provincia de entonces Panamá, de Ecuador, del Perú, y de Bolivia, vale decir, años que llevarían, para regocijo de Inglaterra, a una gran derrota de su enemigo España, y que llevarían al asqueamiento de Bolívar por la ingobernabilidad y mezquindad de sus libertados; por cuanto, por esto último, Bolívar quiso, como San Martín antes que él, aislarse en Europa - pero mientras el Santo de la Espada logró su propósito para el largo resto de su vida, el Libertador Bolívar murió de enfermedad antes de lograrlo.
Por qué sorprenderse de que, como San Martín en Chile, Bolívar tuvo ayuda inglesa; a veces, formal, como en la segunda batalla de la Sabana de Carabobo, las más veces, por mercenarios sueltos.