No saluda y nos apostrofa desde lejos: lo ignoramos.
No saluda y nos habla desde menos lejos: "No hablo".
Se acerca pero no saluda: "Perdone, no deseo hablar".
Se acerca y saluda: "Señor/señora, tiene que perdonarme pero no deseo hablar".
Y, naturalmente, de entrevistas en diarios, radio o televisión, ni hablar. El otro día, un periodista nos abordó en la calle. Le manifestamos nuestro desinterés en su entrevista. El se quedó mudo varios segundos antes de recapacitar. Por lo menos, tuvo la cortesía de decir "gracias", alejándose.
Alcanzamos los 160.000 kilómetros de recorrido. Algo como cuatro veces a lo largo del ecuador.
En una frenada apenas fuerte - dentro de lo habitual entre los demás conductores pero muy inhabitual para nosotros, la última frenada así la tuvimos en Santiago de Chile - se rompió otra hoja de resorte, también adelante, pero del otro lado. Seguramente, la causa no fue la frenada; seguramente, el elástico ya estaba resentido de uno o varios de los impactos en los solapados rompemuelles sin advertencia venezolanos. Pero todavía nos quedan tres hojas de cada lado. En Santo Domingo, veremos.
CC Se dice que el Parque Los Caobos tiene una fuente representando los ríos y cerros de Venezuela; pero ciertamente no vamos a dar la satisfacción a los Caraqueños de enredarnos en la indecible deficiencia mental de sus indicaciones viales para verla.
CC También se dan casos, en algunas calles de barrio, que una calle, sin previo aviso, se vuelve, de mano a contramano, sin la más menor indicación, dándose uno cuenta de que va a contramano sólo cuando se encuentra con un flujo de tráfico viniendo del otro lado y tapándole el paso. Pero éstas son cositas que pueden pasar hasta en el mejor de los países - aunque no se conozca ningún otro país.
CC En espiral por los flancos de una loma en pleno Caracas, se cavó un camino en forma de caracol hasta su cima, o forma de tuerca - o, para no ofender a nadie - en forma de helicoide. Ahí está, la palabra distinguida que hinchará el engreimiento local.
CC Tuvimos oportunidad, de descubrir que coimeros son parte del arsenal venezolano, y de apreciar su fino arte. Estábamos circulando lentamente por una pequeña avenida, tratando de adivinar por qué calle doblar. Nos para un policía. Infracción: circulando por la faja más cercana a la vereda y lentamente, hay que doblar por la calle y no seguir adelante. Registro de manejar, multa.
- Ni siquiera hay carriles marcados en el pavimento, ningún cartel indica la >>obligatoriedad de doblar.
- Ah, eso son cosas que se sabe.
- Pero, si somos forasteros. ¿En vez de ayudarnos indicándonos el camino, nos >>va a encajar una multa?