firmamento caídos sobre las irregularidades terrenales. Creemos saber por qué. Porque, en el sinfín de luces, no hay una sola figura geométrica, ni siquiera una línea recta; y porque, dentro del mar de luces salpicadas, hay manchas de oscuridad; y porque todas las luces centellean mucho. ¿Cómo será la vida verdadera de la gente debajo de esa lindura lejana?
Otra vista, desde nuestro estacionamiento belvedere de Caracas, es una aparentemente diminuta torre pero que, en realidad, es un gran hotel de lujo apuntando, desde la cima de una de las crestas, hacia el cielo; un hotel al cual se puede llegar sólo por teleférico. Es un interesante punto de fijación visual, porque adquiere aspectos diferentes bajo las varias iluminaciones del Sol - incluyendo el aspecto de varilla mágica con destellos luminosos variables con los primeros rayos, y el aspecto de columna de mármol, en otros momentos del día - y porque se mezcla, a veces, de manera fantástica con las nubes, apareciendo, a veces, como suspendido entre las nubes, sin apoyo en la Tierra, como un castillo de cuentos de hadas.
CC Con el correr de los días, también nos dimos cuenta de que, cuando tropezamos con este centro comercial, habíamos llegado al centro de la crema y nata caraqueña: todo lo más distinguido de Caracas desfila ante nuestros ojos, aquí.
Se nos impone la inevitable impresión de que las Caraqueñas y los Caraqueños de distinción están atrasados de unos 30 ó 35 años en relación con sus homólogos de Buenos Aires, vale decir que cuidan el detalle de la indumentaria y de los modales como lo cuidaban los Porteños hace 30 ó 35 años, mientras éstos, ahora, se esconden detrás del pretexto del modernismo para hundirse en la dejadez tanto de indumentaria como de modales.
Naturalmente, los negocios son tan distinguidos que, para entender algunos de ellos, hay que ser políglota. Por ejemplo "Le Petit Shoes". Felizmente, la vidriera lo traduce en "zapatería para niños". Por ejemplo, en una peluquería, se "Parlais Français". Si arreglan el cabello como escriben el francés, mejor buscarse otra peluquería.
CC Hablando de Argentina y de Venezuela, ahora el jurado que preside el torneo internacional de basurales puede desempatar esos dos países de su posición de segundos ex-aequo en la tabla americana: la Argentina queda en segundo puesto después de México, y Venezuela va a tercer puesto. No es que los Venezolanos sean intrínsecamente menos cochinos que los Argentinos pero, mientras, en la Argentina, la basura queda y se amontona donde cae, en Venezuela, hay un esfuerzo de limpieza que mantiene las ciudades, o por lo menos las partes más visibles, decorosamente limpias.
CC Caracas tiene, como pudimos intuir la misma tarde de nuestra llegada, un muy complejo sistema de autopistas. Aquí, no se puede hablar, ni siquiera soñar, de bucólicos tréboles como conexiones entre las varias arterias; aquí, las >>>>>>>>