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Dos días viajando; y todavía no estamos en Caracas, si bien la distancia no era para más de dos días. La verdad es que no nos apuramos demasiado. Ayer, nos detuvimos ya bastante tempranito para pernoctar, en el aeropuerto de Barcelona; claro que también averiguamos nuevamente posibilidades de conexión aérea con Guyana y Surinam. Vuelos regulares no hay, y no hay.
Según nuestro informante en el aeropuerto, parece que no hay ningún contacto entre Venezuela y los dos países porque, en las palabras del informante - y dando un cariz totalmente nuevo a toda la cuestión - esos dos países son de negros orgullosos que se quieren dar importancia y complican todo más allá de lo razonable, imponiendo demasiadas condiciones, haciendo demasiadas preguntas de manera que nadie quiere ir; y mejor no ir.
También algo de esta burocracia, si bien no conectada con cuestiones raciales, ya habíamos escuchado en Barrancas.
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Hoy, desviamos de la carretera que nos llevaba, demasiado rápido a gusto nuestro, hacia lo que nos tememos va a ser el dolor de cabeza de Caracas, y lo que, sin duda, será el dolor de cabeza de encontrar la manera de cumplir nuestro itinerario proyectado entre América meridional y América septentrional.
Nos detuvimos varias horas en la tranquilidad de una vegetación semi-árida, incluyendo cactos, tranquilidad llena de cantos de pájaros; nos dedicamos a tareas varias.
Adelante.
Nos detuvimos otra vez, esta vez, al borde del mar Caribe; y aquí, en el villorrio de El Hatillo, estamos por pasar la noche. Lamentablemente, cualquier encanto, de playa, de olas, de Luna creciente, está asesinado por montículos y montículos de basura, basura, basura. Increíble lo chancha que es la gente. Y no es basura de turistas, turistas, aquí, no hay. Es basura por mayor, de los propios pobladores del lugar, haciendo un basural de sus propias playas.
Las ondas cortas nos indican que estamos en un cruce de ondas.
Sintonizamos una emisión en checo, de nuestra emisora conocida de Quito, evidentemente hacia Bohemia - o, mejor dicho, hacia Chequia, que sería un más >>>>>>>>