entonces no pusiera su garabato; salvo que, hoy, es vandalismo o violencia política, mientras que, entonces, eran expresiones mágicas o filosóficas.
Incluso, tenemos la información de que, más adelante, a unos 130 kilómetros de Boa Vista, hay una tal piedra, de 35 metros de alto y 25 metros de circunferencia, con inscripciones aun no descifradas y, además, dentro de ella, una cavidad, no sabemos si natural o excavada, donde se encontró urnas funerarias.
Pero - también según pudimos ir viendo en el curso de esta Expedición - una cosa es la presencia de manifestaciones rupestres y otra cosa es su interés; porque parece que todos los artistas sobre piedra fueron a la misma escuela o recibieron su inspiración de la misma fuente porque, salvo excepciones, siempre son las mismas ideas y el mismo estilo que se repiten.
Vamos a pasar la noche a mitad de camino entre Boa Vista y la frontera, en un tranquilo núcleo campestre, mitad barcito de campo, mitad despacho de combustible de una sola bomba, todo, mantenido limpito por un escuadrón de aves de corral y presidido por un hombre con la amabilidad tan particular de los hombres de campo.
No tenemos apuro en llegar a la frontera. Las lluvias ya no nos empujan; indudablemente, reina la época seca por aquí, según era previsto. Y siendo mañana domingo, querremos pasar la frontera recién el lunes, día laborable, para evitar problemas, según se nos aconsejó, con los chinchudos Venezolanos. Pero, preservando nuestra ecuanimidad, de los carabineros chilenos también habíamos escuchado opiniones - más que opiniones, afirmaciones - negativas, y ellos resultaron ser correctos, sin excesos en el cumplimiento de su deber, y muy amables, hasta serviciales en general. Así que veremos con los Venezolanos.
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Hoy, el camino y el entorno - que, lamentablemente, son las únicas cosas que ocupan nuestro interés en estas zonas - empezaron según las mismas características de ayer, pero, ahora, algunas cosas van cambiando.
> Los arbustos, siempre encorvados y retorcidos a la manera árida, hasta ahora muy diseminados, se van presentando con mayor densidad.
> También las rocas y los afloramientos, ahora, son omnipresentes, de manera que presenciamos la total novedad de un bosque cerrado creciendo por entre los intersticios dejados por un mar de rocas.
> Las sierras ya no son algo para adornar la lejanía sino que las tenemos todo alrededor.