En resumen, lo plumario, en un extremo, es más bien para ocasiones ceremoniales, la pintura, en el otro extremo, es más bien para lo cotidiano.
() A más de plumas y plumón, otros materiales necesarios, según el artefacto a confeccionar, son: 1) hilo de algodón, para cordeles, para trenzados con ojales, para enroscado de cañas - todo ello, intercalando y fijando plumas y plumón; 2) tejidos de fibras, y cueros de animales, como bases flexibles, mayormente para objetos menores y para plumón - no siempre plumón: dos de nuestras coronas, de plumas, en realidad, de alas enteras, tienen su base circular de tejido de fibra; 3) también, bases rígidas, para obras grandes, que pueden llegar a ser bastante grandes - vimos una de un metro de alto; 4) también, resina, arcilla blanca, cera de abeja; 5) también frutos de la selva aptos para deshidratación y utilización como cuentas, pequeñas, en mayor cantidad, o mayores, en menor cantidad; 6) también, dientes y uñas de animales.
() Así es el arte plumario de los paraborígenes amazónicos, arte con muchas variantes de tribu a tribu, arte que anotamos en tiempo presente pero que, si no está muerto, está moribundo.
Otra bella corona de plumas
Si no está muerto, está moribundo, por doble culpa de los invasores.
Culpa, por una parte, porque, al desaparecer la selva, desaparecen las plumas como material de expresión; y, al desaparecer la selva, desaparecen todas las filosofías, creencias, costumbres, a expresar por las plumas; va quedando nada para expresar, con nada para expresarlo.
Culpa, por otra parte, porque - si no ocurrió ya, pronto ocurrirá - al aumentar los turistas su demanda por estos artefactos como curiosidades folklóricas, los querrán rápido y barato, y los ex-paraborígenes incólumes, ahora empresariales, fabricarán la mercadería sin la esencia espiritual en la meticulosidad expresiva y estructural; como ya ocurrió en tantos casos similares de por el mundo - como, por ejemplo, la diferencia que vimos, en Asunción de Paraguay, entre el ñandutí inocente de antaño y el ñandutí turístico de hoy, entre el ñandutí por amor al ñandutí y el ñandutí por amor al dinero.
A ver si, algún día, habrá arte plumaria amazónica de plumas blancas de un peladero de pollos y patos, con todo el esplendor de anilinas.
() Así es el arte plumario, que es más bien la expresión plumaria de cosas a-estéticas en forma estética; estética, a veces, altamente refinada - algo como la llana elegancia de un negro vestido de velada con un pequeño detalle de color; a veces, con el puntillismo cromático explosivo de un cuadro impresionista.
En resumen, un museo bastante interesante.