El asombro de cada partícula, invisible, pero con toneladas de ellas en el aire.
¿Podría ser este baño químico de gases y de partículas la diferencia entre selva y pos-selva? No somos técnicos en la materia, así como no somos técnicos, en realidad, en nada, pero, con esta salvedad, no nos convencería este supuesto porque no explica por qué y cómo algunas tierras pos-selváticas parecen infértiles y algunas parecen fértiles; y nos gustaría otra suposición.
Siempre se habla de los varios estratos de la selva, desde el estrato de los herbáceos hasta, pasando por varios otros, el estrato de los acro-emergentes. Pero ¿cuándo se habla de otro estrato más, del estrato debajo de los herbáceos, el estrato que cubre el suelo propio como una alfombra, el estrato de todo lo pútrido o pudriéndose en la humedad y el calor ambientales como de medida para el propósito? ¿No se podría imaginar la siguiente teoría?
Las plantas selváticas exuberan - y si esta palabra no existe, es culpa del idioma y no nuestra - por haber desarrollado un sistema radicular que, si bien busca firmeza en el suelo, extrae sus nutrimentos mayormente de la alfombra en descomposición, de manera que, que el suelo subyacente sea como fuere, fértil o infértil, todo crece a las mil maravillas. Pero cuando se elimina la selva y se impone plantas con sistemas radiculares evolucionados para alimentarse en tierra, entonces, donde el suelo es feraz, hay muchos acopiadores de muchos frutos de cultivo, y donde el suelo es pobre, hay pastajes pobres o alambrados abandonados en lo tupido de la selva renaciente.
No sabemos si la cosa podría ser así, pero tiene su lógica.
De todos modos, queda una inquietud por satisfacer. ¿No se basan, todos esos latifundistas invasores, en un análisis de suelo antes de meterse - o es que se dejan engañar por la exuberancia de la selva?
Otra vez con la última lividez del crepúsculo, llegamos al próximo posto. Aquí está todavía el matrimonio alemán con su enorme camión militar. Que venga otro más así, y será una peña de viajeros.
En el posto
Estamos por dormir, pero no parece que podremos dormir. Malas nuevas, malas nuevas. Camioneros que vienen de Manaos nos pintaron un cuadro muy preocupante. Parece que el problema no es sólo un mal estado general de la ruta en grado máximo, sino el hecho de que la ruta está cortada en varios, quizás ocho o diez, lugares, por sendas profundas zanjas, erosionadas, excavadas, por aguas transversales. Hasta los camioneros se quedan trancados y tienen que jalarse el uno al otro. ¿Y nosotros, con nuestra sobre carga? Terrible. No nos podemos permitir romper algo. Y llueve.
Hay que analizar.