responsabilidad dentro del grupo, de manera que, a los 12/13 años, los niños actúan como adultos de la comunidad dentro de sus fuerzas físicas.

  ▪▪ Divorcio.

Uno de los motivos más justos: dos o tres años de casamiento sin hijos. Puede ser pedido por cualquiera de las partes. Si el motivo es otro y si hay hijos, éstos se quedan con la madre.

  ▪▪ En cuanto a ritos fúnebres.

Los ritos que llegaron a nuestro conocimiento no pueden servir de cautelosa trama general porque, primero, son específicos de los Bororos - o Borôros según se escribe a la portuguesa - los que, hoy en día, viven en cuatro localidades de la comparativamente densamente poblada región entre Cuiabá y Rondonópolis, lo que tiene su importancia; y porque, sobre todo, por lo menos según la versión anterior a 1977, o sea de por lo menos diez años de antigüedad, que tenemos, son ritos tan macabros que es difícil creer, que hayan alguna vez pertenecido a un patrón generalizado, o que hoy en día los propios Bororos puedan todavía practicarlos en la región poblada donde viven.

De todos modos, si bien la referida información no tiene el carácter general que nos interesa en este momento, debe de ser veraz porque nos viene de la Funai; así que algún otro día será, a la hora del cuento de horror.

Con mayor agudez se puede apreciar algunos aspectos de las suso-anotadas tres perspectivas paraborígenes mediante algunas preguntas y observaciones.

* Observación. La notable multiplicidad de idiomas se vuelve más vívida cuando pierde su anonimato de enumeración libresca, cuando el educando tiene, como nosotros tuvimos, la iluminante suerte de ver toda una colección de fotografías de tipos étnicos de paraborígenes amazónicos brasileños. Una revelación.

Somos incapaces de analizarlos todos. Pero hasta el más ignorante no puede no ver, en esta variedad de tipos, reventar, como una granada en la mano, el mito de la Amazonia como "imperio de indios". Entre otros tipos, vimos, una mujer que podría ser de las islas Filipinas; un hombre que podría ser de cualquier parte donde hay gente alta, flaca, de tez clara, de cabello oscuro; otros tipos, que no sabemos ubicar, pero ciertamente no del tipo confabulado como indio; y también un hombre que podría ser, en todos sus rasgos faciales - mejillas, nariz, labios, cejas - un impresionante héroe wagneriano, incluyendo una nutrida melena rubia, sólo faltándole el casco con dos cuernos para arriba.

Este último espécimen iconoclasta de la iconografía de fisionomía "india" pertenece a los Cayabis, asentados en tres localidades, una, dentro del Xingu, las otras dos, lejos al noroeste del Xingu.