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BL Soporte del amortiguador, soldado; firmemente, se supone, pero incorrectamente. En vez de componer el soporte con una soldadura para que se pueda fijar en él el perno del amortiguador, soldaron en una sola pieza el soporte y el perno, de manera que si algún día habrá - y algún día habrá - que cambiar el amortiguador, estaremos con otro problema. ¿Cómo se podía pensar que harían semejante cosa, para impedírsela?
BL El filtro recalcitrante quedará donde está hasta Brasília.
FIN
No es tan importante y esperamos que en Brasília, la ciudad de los diplómatas, los electricistas, soldadores y demás mecánicos serán menos brutos que en Belém.
Apenas unos pocos kilómetros nos alejamos de la ciudad, que ya hay una increíble secuencia para anotar.
En los pocos kilómetros de la arteria de salida de la ciudad, vimos todo lo siguiente: en una esquina, un choque de tres coches; en la misma esquina, a unos 10 metros de los anteriores, un choque de dos coches; en la misma esquina, del otro lado de la bocacalle, dos coches inmovilizados a unos 10 metros uno del otro, en el medio de la calzada, no sabemos si por otro choque más o si por una coincidencia de desperfectos mecánicos.
Unos kilómetros más lejos, vimos un gentío rodeando un hombre inanimado en la calzada y el coche que lo había llevado por delante. Recién estaba llegando la ambulancia.
Y en los primeros kilómetros de carretera abierta, vimos otro camión, de los grandes, volcado con toda la carga.
Tratando de olvidar los sinsabores de Belém, estamos viajando, como liberados por fin, por la carretera norte-sur Belém-Brasília.
Esta carretera tiene un significado especial para nosotros porque, cuando nuestra idea de esta Expedición recién germinaba, esta carretera no existía; y fue recién, en casual coincidencia con la maduración de nuestra idea, que los Brasileños acometieron su corte por la selva, abriéndose así una flexibilidad de recorrido del Brasil hasta entonces imposible.
En aquellos tiempos heroicos de planificación de esta Expedición, tampoco existía la ruta Porto Velho-Manaus; tampoco, la ruta Manaus-Venezuela. También fue sólo por feliz e imprevisible coincidencia, cuando nosotros estábamos estudiando qué se podría hacer por dónde, que los Brasileños se embarcaron en un grandioso proyecto de carreteras, o por lo menos trochas, por todos aquellos territorios que hasta entonces eran inaccesibles por tierra.