encima de las pisadas, y la colocación, a la punta saliente de la huella de pisadas, de los dos tipos de dinosaurios, como que fueron ellos quienes recién pisaron el terreno.
Todo, muy necesario y muy bonito, hasta creativo, pero es infinita nuestra satisfacción de haber visto las cosas como son y no como serán.
A seguir viaje, hacia nuestra próxima y muy distante meta, el lugar llamado Sete Cidades, unas formaciones rocosas pero en agrupamientos lo suficientemente organizados y con aspecto lo suficientemente artificial como para sugerir el susodicho nombre. Además, parece que hay algunas pinturas rupestres, pero, a esta altura de las cosas, sin garantía hasta haberlas visto.
Logramos, hoy, recorrer todavía unos cuantos kilómetros, siempre por el mismo tipo de sertão ya comentado. Cruzamos del estado de Paraíba al estado de Ceará, y doblamos decididamente hacia el norte, en dirección, otra vez, al océano Atlántico, que tendríamos que tocar en el puerto de Fortaleza; ahora, en el litoral norte de América del Sur.
Vamos a pasar la noche dentro de distancia visual de un posto de gasolina.
Antes de dormir, sintonizamos, como no lo habíamos hecho en muchísimo tiempo, las ondas cortas.
Comprobamos que el mundo sigue el mismo que la última vez cuando las sintonizamos, y la vez anterior; y la anterior; y el mismo que antes del inicio de nuestra Expedición; comprobamos que se sigue anunciando - dándoles la misma falsa importancia de siempre a cada una de ellas - las vanidades, intranscendencias, mezquindades, de siempre, cuya vanidad, intranscendencia y mezquindad son comprobadas por su misma perpetua repetición.
Eventos que merecen divulgación global son muy pocos en un siglo, parece. Se llega a la conclusión de que todo el propalar y recibir noticias es otra de las tantas adicciones humanas.
¿Qué tal sería si se publicara un periódico o se propalara un noticiero sólo cuando hubiere un cambio fundamental en relación con una situación anterior, en vez de publicar con regularidad obligada - haya o no algo que se merezca ser publicado - y verse así obligado a rellenar con cualquier cosa? ¿Y cómo es que todas esas noticias supuestamente superimportantes que se merecen publicación todos los días, todos los días se producen en la misma exacta cantidad que requiere la misma exacta cantidad de páginas de diario o de minutos de radio para ser anunciadas?
Una noticia que escuchamos y que no se repite cada día, porque es la primera vez que ocurre en casi 500 años, y no ocurrirá nunca más en el futuro, es que los Portugueses y los Chinos están discutiendo la devolución de Macao por los >>>>>>>>