Hm. ¡Qué casualidad! Vamos a pernoctar cerca del paralelo 16; y el paralelo 16 es un paralelo muy especial en Brasil. Es el paralelo en cuya vecindad ocurrió algo que puede ser bien otra cosa que su versión oficial, y que bien puede apuntar al esclarecimiento de un misterio que sigue envuelto en tinieblas, al esclarecimiento de un hecho histórico que, tal cual, no se entiende.

Hasta existe la latitud oficial exacta para el acontecimiento, 16°20', una bahía entre la punta Santo Antônio y Coroa Vermelha. Pero poco importa el lugar exacto al preciso minuto de latitud; lo importante es qué ocurrió.

Ocurrió, según la versión oficial, portuguesa, que el 22 de abril, o el 23 de abril, según la fuente que se quiera creer, pero ello tampoco importa, de 1500, lo que sí es importante, una flotilla portuguesa bajo el mando de Pedro Alvares de Gouveia, también, y mejor, conocido como Pedro Alvares Cabral, "descubrió el Brasil", tocando tierra en este paralelo 16.

Acontecer que - dentro de los descubrimientos geográficos en cadena de aquellos días, cuando el propio Cristóbal Colón estaba recién preparando su cuarto viaje hacia lo que todavía no era América - no pasaría de ser algo normal, hasta ordinario ya, si no fuera por una serie de cositas.

Por ejemplo, uno se pregunta cómo puede ser que las naos de Alvares Cabral - habiendo zarpado de Lisboa para navegar a lo largo, y alrededor, de Africa hacia las especias y las sedas de "las Indias" para estrenar comercialmente la tan anhelada ruta marítima recién, o sea en 1497, terminada de explorar por Vasco da Gama - se hayan desviado de tan fundamental empresa para ir a merodear del lado desconocido del Atlántico a ver qué podría haber por ahí.

La explicación oficial es que fue todo por puro azar y sin querer, por una tormenta que habría barrido la flotilla de Cabral por toda la anchura del Atlántico, de Africa al futuro Brasil.  Tal vez.

Por ejemplo, uno vuelve a preguntarse, según ya mencionamos el tema, por qué los Portugueses - no satisfechos con el laudo papal de 1493, apenas dos meses después del primer regreso de Colón, estableciendo el meridiano demarcatorio entre el potencial imperio colonial español y el potencial imperio colonial portugués a 100 leguas al oeste de las islas de Cabo Verde, dando así, por una parte, a España, las tierras nuevas descubiertas o por descubrir al oeste de dicha demarcación, o sea todo lo descubierto hasta el momento del laudo, y dando, por otra parte, a Portugal, todas las tierras nuevas descubiertas o por descubrir al este de dicha demarcación, o sea dándole nada, ninguna tierra nueva, sólo océano raso - por qué los Portugueses insistieron en un nuevo meridiano de división, a 370 leguas al oeste de la conislación de Cabo Verde, en un momento cuando, y eso es lo incomprensible, aun con este nuevo meridiano de demarcación exigido por los propios Portugueses, todas las tierras nuevas hasta entonces conocidas oficialmente, y buenas esperanzas para encontrar más, >>>>>>>>