La vegetación es bastante lujuriante.
En total, un panorama, digna continuación del litoral entre Santos y Baía de Janeiro.
Es por esta zona que empezaron su conquista de todo el continente americano, hace unos treinta años, las abejas asesinas de Africa.
Las preguntas respecto a esta catástrofe son muchas.
»»» ¿Cómo pasaron las abejas de Africa al Brasil? Por importación por un apicultor, en 1956.
»»» ¿Con qué propósito? Con el propósito de cruzar la sumamente productiva pero extremamente agresiva abeja africana con la relativamente mansita abeja que se da en toda América, de raza europea, con la esperanza de producir una raza tan productiva como la africana y tan razonablemente mansa como la europea.
»»» ¿Y qué pasó? Pasó que, un año más tarde, no más, alguien dejó escapar 26 de las 47 colonias de abejas africanas, y ahí empezó la incontenible invasión. Una invasión que es cruenta y relámpago; cruenta, porque sus ataques mataron a centenares de personas, dejaron en doloroso estado a millones de personas, y causaron muerte y sufrimiento a incontables animales domésticos; y relámpago, porque, si bien su expansión está influenciada por el clima, la vegetación, y acaso las condiciones meteorológicas, avances de 400 kilómetros por año no son excepcionales.
»»» ¿Cómo se explica tal éxito, aun contra el dominio ya tan sólida- y universalmente establecido de las abejas euro-americanas? Por los hechos de que 1) las abejas africanas son más agresivas, entonces invaden los colmenares de las abejas americanas, matan las reinas y ocupan el territorio de las colmenas; 2) las abejas africanas son más hacendosas, entonces recogen todo el néctar y todo el polen antes de que las abejas americanas puedan aprovisionarse para subsistir; 3) los zánganos africanos son más emprendedores que los americanos en cruzarse con reinas americanas; y 4) las colonias africanas enjambran más frecuentemente que las colonias americanas, y esos enjambres viajan mayores distancias en busca de un nuevo territorio.
»»» Pero, dado que ya hace generaciones que las abejas africanas y las abejas americanas se van cruzando, ¿no se va realizando en la naturaleza, aunque sea de manera aleatoria en vez de organizada, el propósito de aquel apicultor, de disminuir la agresividad africana y aumentar la productividad americana? No. Las abejas africanas siguen tan agresivas y peligrosas como en su primer día de expansión. Pero si esas abejas son agresivas y hacendosas por causa de las condiciones muy adversas en su terruño africano a las cuales tuvieron que >>>>>>>>