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También vimos el museo gemológico de la empresa; con varias piezas, como habría de esperar, extraordinarias. Entre éstas, un substancial pedazo de madera moldeada en mineral, totalmente encerrado en un bloque de cuarzo de color ahumado, con sus facetas, a varios ángulos, perfectamente lisas y transparentes; también, una geoda de ágata, partida por la mitad, con una finísima telaraña de calcita en su interior, formada, se supone, por infiltraciones por la pared de la geoda cuando estaba cerrada.

También vimos una extraordinaria flor articulada que tiene, sus pétalos, de platino, su centro, o sea anteras y estigma, de una sesquidocena de rubíes, todo ello, realzado por 500 diamantes microscópicos; y que florece, abre y cierra su corola, todos sus pétalos, sobre un diminuto tronco de árbol de oro macizo.


¡Y hay que verla con los pétalos abiertos!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                                                Como aquí

También aprendimos lo siguiente.

La antigua tendencia a clasificar las piedras como preciosas y semi-preciosas no se justifica y sólo confunde. Es un absurdo considerar precioso un rubí corriente, como los usados antiguamente en las maquinarias de relojes, y viceversa, denominar semi -preciosas a las raras variedades de, por ejemplo, el crisoberilo - de las que sólo algunos ejemplares se encuentra anualmente, razón por la cual alcanzan precios fantásticos.

║ La turmalina es una de las maravillas del reino mineral - o es la piedra más enloquecedora y engañosa, según se quiera calificar la situación - por la incomparable diversidad de colores que presenta, que no tiene parangón en ninguna otra gema:

viene en verde, de todos los matices - los matices verdes claros llegan a denominarse, equivocadamente, esmeraldas brasileñas; viene en casi negro, en negro, rosa, rojo - rojo que, a primera vista, tiene gran semejanza con el rubí; viene en azules - conocidos, equivocadamente, como zafiros brasileños; viene en violeta, marrón; viene incolora; viene, a veces, según pudimos ver en una colección de centenares, con más de un color en la misma piedra.  En totalidad, 496 tonalidades diferentes son posibles.

No todos los berilos verdes pueden ser considerados esmeraldas; solamente algunas tonalidades de verde producidas por cierto porcentaje de cromo en la composición química de la gema merecen esa denominación.

   Durante cien años, hasta que se descubrió los yacimientos diamantíferos de Africa, el Brasil mantuvo un virtual monopolio como proveedor mundial de diamantes. Hoy, la producción brasileña de dichas piedras representa sólo un 3 a 5/oo de la producción mundial.

║ Pero es en este país que se encuentra la escala más completa de calidades de diamantes, desde las piedras más puras y finas hasta aquellas que no se aprovechan en joyería.  Además, la dureza superior de los diamantes brasileños >>>>>>>>