aquella con la puerta con bisagras - mantiene su puerta cerrada con una fuerza equivalente a la fuerza que necesitaría un hombre para mover diez toneladas.
Todo esto lo aprendimos mientras los turistas desfilaban a lo largo del famoso serpentario, el lugar más visitado de São Paulo, según se ufana el Instituto - una fosa oblonga donde el Instituto tira y deja morir en paz las serpientes ya inaptas para cualquier servicio.
En la fosa de desechos
ß De todos modos, para nosotros, ese foso de desechos resultó ser de un altísimo nivel instructivo, porque pudimos practicar, sin peligro para nosotros, la detección visual de serpientes en un pasto; y podemos asegurar que no es siempre fácil, más bien es frecuentemente difícil. Las serpientes más gruesas todavía se distinguen sin demasiada dificultad, aunque a veces también se confunden con el pasto. Pero hay serpientes chiquititas, no más gruesas o largas que un fideo; cuando se mueven, el movimiento las delata, aunque no muy obviamente; pero cuando no se mueven, nunca se puede estar seguro de que no hay una serpiente donde uno está mirando.
ß Nos fuimos con unas sonajas en una cajita, y una galería de retratos de algunos de nuestros nuevos amigos por el propio retratista del Instituto.
Escorpión Cascabel Armadeira
(Tityus serrulatus) (Crotalus) (Phoneutria)
SP Malaria es otra preocupación nuestra. Fuimos a la superintendencia de control de endemias para asesorarnos sobre las zonas malariales de Brasil, y escuchar posibles advertencias.
La mayor advertencia fue de no tomar pastillas preventivas contra la malaria porque ciertas clases de malaria en el Brasil son resistentes a los profilácticos existentes, por lo que las pastillas podrían solamente tapar la presencia de malaria y no prevenirla, por lo que, luego, al dejar de tomar las pastillas, en un lugar ya alejado de las zonas malariales, la malaria recién se manifestaría y los médicos no sabrían cómo tratarla. Por todo cuanto, es mucho mejor tomar el riesgo de contraer la malaria, y, si se contrae, hacerse >>>>>>>>