Y no se trata de algún fenómeno aislado y excepcional, aquí en São Paulo, esta "capital cultural del Brasil" como se autodenomina esta ciudad, porque escuchamos interpretaciones de la orquesta municipal de Campinas y de la orquesta de cámara de Blumenau, de primer orden y totalmente inesperadas, de ciudades que hay que buscar en el mapa para saber dónde están.
SP Por noticia en la radio, ahora, en el Perú, la visita a Machu Pijrchu, a más de ser engañosa, se volvió también una empresa riesgosa. Una bomba explotó en el tren de Cusco a Machu Pijrchu, aquel que nosotros también tomamos, con ocho turistas muertos y cuarenta heridos.
SP Que ocurran cosas buenas, nadie se puede quejar; pero que ocurran como para burlarse de uno, ya es más discutible.
Ahora, cuando todo aquello que tuvimos que encontrar en São Paulo a ciegas lo encontramos, a un elevadísimo costo de tiempo perdido, irritación e inútil desgaste del coche, apareció, después de tantos años, como sádicamente, una nueva guía telefónica por ramos. Justito ahora. ¿No podía haber entrado en circulación hace quince días, cuando tanto la necesitábamos?
Pero lo realmente inaudito del caso es que semejante herramienta, tan evidentemente imprescindible en una ciudad grande, necesite de una campaña de propaganda para convencer al público de sus bondades: en lugares públicos como nuestro centro comercial, aparecieron mostradores con una jovencita apropiadamente uniformada y una pantalla de circuito cerrado cantando las glorias de la dichosa guía amarilla por ramos; en los diarios también aparecieron grandes avisos.
Ah, sí, y como para evitar que falte otra vez en los años venideros, la guía que recién apareció, también lleva la fecha del año próximo. Con este malabarismo numerológico, seguramente que empezará a envejecer recién el año que viene.
SP Por lo menos, fue gracias a esta recién aparecida guía por ramos, todavía caliente de las prensas, que, por fin, encontramos una "oficina" de elásticos. Un pequeño boliche, comparado con la empresa señorial de Asunción del Paraguay, pero especializado en camiones, lo que nos inspira más confianza, y además la última y única elección que teníamos, de manera que nos animamos a hacer cambiar la hoja; máxime que nos dijeron que, si bien el tipo de hoja que necesitábamos o sea de un grosor en disminución de su centro hacia sus puntas, no existe en el Braziú, la podían fabricar.
Precio y duración del trabajo convenidos, pusieron mano a la obra. Después de un tiempo tres veces mayor, o sea prácticamente todo el día, y de un gasto 40/oo mayor, que lo pactado - porque detectamos a tiempo que, por el precio convenido, trataban de meternos la mula en vez de una mola - salimos a la calle con la hoja nueva; eso sí, de medida, de grosor decreciente del centro >>>>>>>>