C Muy lamentablemente, el diseño de las corrientes de tráfico es muy malo; incluyendo dos casos inauditos que sufrimos, de una misma calle, con dos tramos con sus respectivas manos únicas en direcciones encontradas, de manera que el que no sabe, empieza a moverse con toda confianza desde una extremidad de la calle hacia su meta, pero de repente se encuentra con la corriente de mano única opuesta, y ambas corrientes se desvían mutuamente ... y le desvían al que no sabe hacia destinos desconocidos. Nos preguntamos por qué tiene que ser así.
C Otra muy lamentable y penosa realidad de Curitiba es que los nombres de las calles, en un 80/oo, son el secreto mejor guardado de la ciudad, y los restantes son ilegibles desde un coche. Así que, otra vez navegando a ciegas con un plano en la mano que sirve para nada. Nos habíamos acostumbrado demasiado bien en la Argentina, el Paraguay y Chile.
C Llama la atención que, entre la población, ninguna raza - o mezcla, en cualquier grado, de razas - está fuera de lugar; se entiende que, ninguna raza importada, alóctona - amarilla, blanca, negra, con predominio de la blanca - porque la raza paraborigen, natural- y trágicamente, sí estaría fuera de lugar.
C En una plazoleta, hay un reloj de flores - uno de aquellos que tienen, su cuadrante y sus números hechos de flores, en este caso más bien de arbustos, y enormes agujas girando horizontalmente para marcar las horas con toda la exactitud de un reloj común. Se dice que es el mayor reloj de flores - quizás sería mejor decir de vegetación - de la Tierra, con un diámetro de ocho metros Nosotros decimos que quien se mete en construir semejante reloj también tendría que proveer un helicóptero, o por lo menos una torre de observación, para realmente ver qué hora es desde arriba.
C Otro parque de la ciudad, llamado simplemente Passeio Público, ofrece más de lo que su nombre indicaría. Es una interesante hibridación de parque y de cárcel zoológica.
Es una cárcel zoológica si se quiere; pero mientras que, habitualmente, una cárcel zoológica es un recinto cerrado, con una entrada por donde eventualmente hay que salir, en este caso, hay accesos desde todos los costados como en un parque común, de manera que el público, aun en el curso de sus quehaceres de cada día, cruza este parque como cualquier parque común, pero al propio tiempo está pasando por entre jaulas de animales sin tener que hacer una expedición dominical expresamente a una cárcel zoológica. Una linda manera de amenizar la vida diaria para aquellos que no tienen reparo en encarcelar a libres animales.
C Además, esta sorpresa del Passeio Público tiene su propia pequeña sorpresa, que es su pequeño acuario; no es más grande, dicho acuario, que un pañuelo - bueno, pongamos un mantel - pero está arregladito en dos círculos concéntricos de tal modo que es una pequeña joya, mostrando muchos peces brasileños, >>>>>>>>