español english français česky

alrededores, recibió su nombre de la voz "mati" con significado de recipiente para beber, del idioma quechua, por excelencia de los Andes.

Al cruzar esta frontera, también habremos cruzado a una nueva zona horaria: las 14:30 se volverá de repente las 13:30, lo que no entendemos muy bien ya que el Paraguay se encuentra en el mismo huso de meridianos que la Argentina y Uruguay.

Ya está, la balsa está cruzando: la primera vez que cruzamos una frontera en balsa. El lento movimiento aumenta la expectativa. ¿Cómo será la frontera paraguaya, cómo será el país?



Falta poco para terminar el puente entre los dos países

Ya tenemos contestación a la primera pregunta. Con alivio y una sonrisa en el corazón. Los oficiales fueron no solamente tan amables como los más amables hasta ahora, sino amables con camaradería, en un puesto de aduana sencillo, eficiente y limpio.  Nos despedimos con un apretón de mano.

Y nos confirmaron, según nosotros tenemos razones de creer, que hay, en el Paraguay, inscripciones rúnicas de los Vikingos, aumentando así nuestras expectativas para encontrarlas.

Por otra parte, sería lindo poder visitar, tal vez, una fábrica de tanino y una, de esencia de petit-grain.

Primera necesidad, naturalmente, llenar el tanque de nafta casi vacío. Como primera medida, averiguar en dos estaciones de servicio, de dos de las más conocidas empresas petroleras transnacionales, qué nafta, con o sin alcohol, se consigue. Otra vez, la misma amabilidad. Felizmente, para nuestro gran alivio, nafta sin alcohol.

Y cuando llegó el momento de cargar el combustible, fue la primera vez jamás que vimos nuestro vehículo con un babero alrededor de la toma del tanque para que, acaso por algún derrame, no se le moje la carrocería.

Y ahora, hacia nuestra primera meta en el Paraguay, las ruinas jesuíticas de Trinidad, una de las muchas ruinas dejadas por esta orden en el Paraguay y alrededores.

Primeros destellos de sorpresa son - entre una población sin duda básicamente muy morocha - cabezas muy conspicuamente rubias; incluso, recién, como para subrayar el tema, vimos un hotel llamado Tirol del Paraguay.

Es este recorrido, desde la ciudad fronteriza de Encarnación a las ruinas, muy agradable, por una campiña de ondulaciones serranas, ofreciendo hermosas vistas lejanas, como no vimos quizás desde Colombia, sobre una mezcla de arboledas, de praderas y de cultivos de soja y de algodón, justamente en su período de zafra, por los numerosos camiones con acoplados llevando la cosecha.