hace acordar de que ya fue algo similar que captamos del Paraguay una vez, creemos que en Chile fue.
~ Y sintonizamos una emisora brasileña, tan desvergonzadamente dedicada a la publicidad comercial como las más desvergonzadas que jamás escuchamos. Incidentalmente, emisoras brasileñas se podía sintonizar ya en Buenos Aires.
. .
*
▪
Esta mañana, apenas arrancamos, llamaron vivamente nuestra atención plantaciones como nunca habíamos visto hasta ahora: hileras, a veces rectas, a veces curvas, de arbustos, manicurados en formas angulares, bajitas, tupidas - verdaderos jardines japoneses. Preguntamos a un paisano; resultó que, como quizás no podía haber sido de otra manera, son plantaciones de té - no del mal-llamado té paraguayo, o sea yerba mate, que sería lo más lógico en esta zona que, sabemos, es parte de su gran área de producción, sino del té-té, de Asia.
Como estas plantaciones no están manicuradas como lo son, por amor a estética sino seguramente por alguna necesidad de lucro, es curioso que una necesidad resulte en una estética tan representativa del exotismo de las artes figurativas de los países de origen del té. Claro, se podría decir quizás que los artistas de allá, al pintar o dibujar en un estilo que a nosotros nos parece típicamente exótico, no hacen otra cosa que pintar o dibujar lo que ven comúnmente en su vida cotidiana.
Aquí, en Corrientes, como en ninguna otra parte de la Argentina, se ve habitualmente gauchos auténticos de antaño, gauchos que nada saben de la obligada indumentaria - ya sea de saco y corbata, o de ropa pre-desteñida, pre-arrugada y pre-desgastada ya de fábrica - de los dos grandes clanes de la sociedad que se toman en serio hoy en día, pero gauchos que nunca olvidan de meterse un cuchillo del tamaño de una daga dentro del cinto de su bombacha.
Como para contrastar la meticulosidad gregaria de los arbustos de té - té de Asia, aparecieron ahora plantaciones de los arbustos, individuales e hirsutos, de mate, de Paraguay.
Pasamos a la provincia de Misiones.
Aquí, la topografía se ha vuelto acentuadamente ondulada.
La tierra sigue roja y nos llena de aprensión por lo que nos espera más adelante, porque sería demasiado pedir que este asfalto siga siempre ... y si luego nos espera viajar por tierra roja ...