Veamos qué nos espera.
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Hoy, lunes, tenía que haber sido nuestro primer día de intensa actividad. Pero nos topamos con la costumbre de los Vespuccianos de profanar, en nombre de la eficiencia, días que, por otra parte, les parecen dignos de respeto y conmemoración, corriéndolos, para no cortar la semana de trabajo con un respetuoso feriado, irrespetuosamente de su fecha auténtica a un lunes.
Uno de tales días es el natalicio de Washington; corrido justamente a este lunes; de manera que el pobre Washington, en vez de festejar su cumpleaños con dignidad en su día verdadero, se ve, por colmo, explotado, impíamente y a destiempo, como un símbolo de lucro, durante esta celebración patria desvirtuada - en las propias palabras inglesas - de "celebration" a su asonancia "sale-bration", o sea de celebración a liquida-bración, según algunos comerciantes orgullosa- y públicamente lo profesan.
De manera que nosotros, ya que las oficinas y los talleres están cerrados, nos quedamos en el hotel.
Tiempo tuvimos así para hojear la edición de ayer, domingo, del diario local, y asombrarnos ante la increíblemente descarada inundación de sus páginas por publicidades comerciales como su principal contenido.
Bastante sobrecogedor fue el asombro como para impulsarnos a hacer tangible la impresión en una cuantificación numérica, y llegamos a la sorprendente estadística siguiente:
║ de las 84 páginas del cuerpo informativo central,
59 páginas son de publicidad;
║ de las 88 páginas de la sección Revista,
70 páginas son de publicidad;
║ en la sección de inmuebles, de sus 20 páginas,
14,5 son de propaganda;
║ en la sección dedicada a artes y ocio, de 36 páginas,
24 son pura propaganda;
║ en la sección turismo, de 38 páginas,
32 son de vociferaciones comerciales.
Con lo susodicho, ya nos cansamos del jueguito y dejamos varias secciones sin cuantificar. Sin embargo, pudimos comprobar sin mayor esfuerzo que el diario, además, impone a sus lectores catálogos de publicidad insertados, catálogos cien por cien de publicidad, sin siquiera pretender disfrazarla; uno, de 16 páginas, con 16 de propaganda; otro, de 48 páginas, con 48 de propaganda; otro, de 40 páginas, con 40 de propaganda; otro, de 60 páginas, con 60 de propaganda; y hay otros.