En cuanto a nosotros, una de nuestras prioridades fue hacer revalidar nuestros pasaportes. Enseguida, nos enteramos, de que la oficina está abierta de las 7 hasta las 19, pero que, a las 4 de la madrugada, ya hay gente haciendo cola; y de que son muchas las horas - 4, 5, 6, horas, o más, según el momento del día - que tarda hacer el trámite; y de que, luego, para recibir el pasaporte revalidado, hay que esperar unos increíbles 20 días. Muy bien, hay que enfrentar las cosas como vienen y recabamos información en cuanto a los requisitos.
Un oficial nos dijo que, el pasaporte viejo y un formulario. Nada más. Cuando Karel le preguntó si hay que pagar algún derecho, ah, sí, hay que pagar un derecho. Y cuando Karel le preguntó si hace falta fotografías, el oficial se ofendió y le dijo si le estaba tomando el pelo, que ya le había dicho lo que hacía falta.
Para el trámite del pasaporte, decidimos llegar, y llegamos, al Departamento de Policía, a las 4 de la madrugada - lo que, evidentemente, significó levantarnos a las 2:30 ... Tuvimos el privilegio y la suerte de ser los primeros absolutos, no había nadie. Pero medio paso detrás de nosotros ya venía otro, y de ahí en más, la gente se fue acumulando en la oscuridad a lo largo de la calle. Era muy de madrugada, un día de verano y de tiempo bueno. Pero nos preguntamos qué pasa cuando llueve, cuando hay viento, cuando hace frío.
Siendo que éramos los primeros absolutos en la cola, tuvimos la suerte de completar el trámite - después de las tres horas de espera de pie en la calle - en sólo cuatro horas más - no sin sorpresa en el transcurso, sin embargo. Aquellas fotografías que no hacía falta, según el oficial ofendido, sí hizo falta. Tuvimos que correr, en el medio del trámite, a la calle a conseguirnos cuatro fotografías para cada uno.
Nos preguntamos cuántos millones en moneda fuerte y cuánta tecnología electrónica haría falta para entregar a cada solicitante una papeleta impresa con todos los requisitos y demás condiciones para que el público no tenga que depender de los errores de algún oficial de mala memoria o de mal humor.
Por otra parte, cuando se nos había dicho, de entrada, que la espera para recibir el pasaporte nuevo es de 20 días, habíamos tratado de llorar, explicando que estamos viajando con un coche con su permiso de estadía limitado, y que así nos encontrábamos entre la espada y la pared. Pero, el oficial ofendido se había encogido de hombros con altivez, y había dicho "es asunto suyo, a nosotros no nos interesa".
Así que cuando, luego, escuchamos rumores de que sí hay un trámite más rápido, con arancel más elevado, máximo fue nuestro interés. Pero, entonces, otra vez escuchamos que no era así. Y luego, en ausencia de papeleta impresa, como pelota de ping-pong, nos movimos entre afirmaciones de que no hay, y rumores de que hay, un trámite más rápido.