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Se coloca los trocitos gelatinosos en pequeñas porciones de unos 20 kilogramos en bolsas de tela. Se apila una cantidad de estas bolsas, y se coloca sobre cada pila un discreto peso de sólo 400 kilogramos, que se deja durante 13 horas; con lo que se consigue casi nada, pero es un principio. Luego, la pila de bolsas se somete a una prensa hidráulica a 180 kilogramos por centímetro cuadrado, quizás durante dos horas, según decide, en cada caso, el operario, obteniendo así planchas que ya son 70 a 75/oo agar-agar, y sólo el resto, agua, y que ya son bastante consistentes para colgar.

@ Y, en el próximo paso, es precisamente lo que se hace, pasando las planchas así colgadas, por dos secadores, uno a 50 grados, el otro a 80 grados, obteniéndose así láminas secas que se parecen a pergamino.

@ Por fin, agar-agar terminado.  Sólo falta moler las láminas en una variedad de granometrías para su venta.

Todo lo anterior, bajo el escrutinio, naturalmente, de un laboratorio de control de calidad, porque, si bien todo agar-agar es igual a simple vista, no es igual en su estructura técnica, pudiendo dársele, por las sabias maniobras del procesamiento, mayor o menor, viscosidad, resistencia, punto de fusión, límpidez, etc., según exija su utilización posterior.

Cada kilogramo de agar-agar terminado requiere 10 kilogramos de algas. En esta empresa, procesan mensualmente 350 toneladas de algas para conseguir 35 toneladas de agar-agar; a más de otros extractos de algas, que también producen.

El proceso total, de alga a polvo o granulado de agar-agar, lleva 34 horas.

¿Y a quién venden? A más del mercado interno argentino, naturalmente, también venden, de manera ecuánime, a Vespuccia y a Rusia, y, de manera mucho más sorprendente, al Japón, lo que parece como llevar agua al mar; pero los Japoneses, en su tiempo, cometieron un gran error. Cosechaban sus algas arrancándolas con raíz, y, naturalmente, se quedaron, ahora, sin algas.

Pregunta final: ¿qué es, de dónde viene, la denominación "agar-agar", que suena tan exótica como suenan todas las palabras repetitivas? Pues, exótica es; es palabra malaya que significa simplemente algas; porque la pura verdad es que extractos de algas ya se conocía y producía hace más de dos mil años en el Occidente - no olvidemos que estamos en América y que el Pacífico asiático, mientras es el Oriente de Europa, es el Occidente de América. La tecnología moderna sólo hace los extractos mejor.

No tenemos apuro en movernos de aquí porque mañana es día de huelga general y no tenemos ningún interés en encontrarnos en las carreteras o centros poblados con posibles violencias.  Pasaremos el resto del día aquí; mañana, veremos qué >>>>>>>>