desde lo alto de acantilados; mientras la muchedumbre de veraneantes - porque, ahora, estamos en plena época de vacaciones, y la ambitura lo confirma - la muchedumbre de veraneantes se apretuja en el asfalto, sin más vista que el trasero del coche adelante. Nuestra grandísima suerte.
ºOº Estamos desfilando ahora por el istmo que lleva a la península Valdés; una península realmente casi una ínsula, y con una conformación muy característica ya que tiene su istmo de acceso entre dos golfos, casi cerrados, que, de cerrarse por completo, formarían dos lagos y cambiarían la condición de península en promontorio. Justamente, estamos viendo los dos golfos, a diestra e izquierda, al mismo tiempo.
Bahía Bustamante (1) |
A lo largo de esta carretera, como en otros sitios en esta provincia de Chubut, hay carteles con la ilustración y denominación de los varios animales al natural que se puede ver - aunque por aquí, claro, ya muy escasamente - como ser guanacos, zorros, martinetas, y otros. Una excelente idea que nunca vimos en todo lo que llevamos recorrido por tantos países.
Las aguas de los golfos son de un azul tan oscuro que, por contraste, hacen parecer el azul del cielo totalmente lavado con cloro. Uno se da cuenta de que no por nada se habla de azul celeste y de azul marino.
Y ahora, ya pasado el istmo, hacia los sitios claves de esta península que, se dice, es rica en fauna marina: Punta Pirámides, Punta Norte, Punta Delgada.