tuvieran pies planos, y sobre el agua se movilizan como patos, apenas sumergen la cabeza, y por lo tanto el cuerpo entero, debajo del agua, se transforman en un torpedo que hay que ver para creer.

También hablamos con el guardafauna.

[] Así aprendimos que esta pingüinería se encuentra, en parte, sobre un antiguo cementerio paraborigen, por lo que los pingüinos, al excavar sus cuevas, a veces se encuentran con alguna calavera u otros huesos humanos.

[] Así aprendimos que, curiosamente, entre animales tan adaptados a la vida acuática, los pequeños no podrán simplemente ir al agua y nadar; los adultos tendrán que enseñarles.

[] Así aprendimos que, cuando los pingüinos se pasan el pico por las plumas, más que limpiarse, se aceitan, utilizando el aceite natural de su cuerpo.

[] Hablando de aceite, también hay, lamentablemente, el caso de los pingüinos petroleados, o sea, que nadaron por una contaminación de petróleo en el mar, perdiendo así su protección natural contra la intemperie y que, eventualmente, morirán.

[] Sobre este tema, nos dijo el guardafauna que los buques-tanques petroleros, cuando vienen a buscar una carga nueva, limpian sus tanques del cargamento anterior con solventes y luego tiran todo directamente a la mar. ¡Si no es ello una desgracia!

[] También hablamos con el guardafauna de la imagen popular - que era también la nuestra hasta ahora - según la cual pingüino es sinónimo de hielo.

   ¿Quién se imaginaría pingüinos en la Antártida? Todo el mundo. ¿Y quién se los imaginaría en los intertropos? Nadie. Y, si bien es cierto que hay una clase de pingüinos vinculados con la Antártida, también es cierto que hay otros pingüinos, como éstos por ejemplo, mucho más friolentos, que siempre se quedan en climas templados, entre aquí, en verano, y el Brasil, en invierno.

   Según nos contó el guardafauna, ocurrió una vez que alguien encontró a un pingüino en la costa del Brasil y, todo corazón de oro, se apresuró a devolverlo a latitudes más australes, debidamente acomodado en una caja llena de hielo. Cuando el pobre pingüino llegó a destino estaba medio muerto de frío y hubo que tratarlo por hipotermia.

[] Finalmente, también aprendimos que, entre los miles de pingüinos de esta colonia, hay un albino. Pero como, durante el día, gran parte de la población está buscándose el alimento en el mar, tendremos que esperar hasta las 19 ó 20 para tratar de verlo y de fotografiarlo.

Y ¿los lobos marinos?  No los hay, se mudaron a otra parte.