indemnización a nadie, mientras que, a los estancieros, habría que pagarles indemnizaciones;

c) que, si bien, en las estancias, no hay restos de tamaño grande como aquí, hay restos que tienen otra clase de interés, pero que estos restos no se puede ver, ni siquiera en las estancias, porque sus dueños, a medida que los van encontrando, los van llevando a sus moradas citadinas, lejos de aquí, lejos de los ojos del público;

d) que la lujuriante vegetación de aquellos tiempos no se limitaba a esta zona restringida sino que cubría regiones mucho más extensas, por lo que hay restos mineralizados no sólo aquí y en las estancias vecinas, sino en muchos otros lugares, incluso bastante lejos, como, por ejemplo, al norte de aquí, y en la provincia de Chubut, cerca de la ciudad de Sarmiento.

Naturalmente, árboles gigantes no eran la única vegetación. Nosotros mismos vimos, no aquí sino en una estancia cuando veníamos para aquí, un pedazo de tronco de no más de 40 centímetros de diámetro pero con una interesante corteza, con la textura de una red de pequeños rombos cubriéndola totalmente, planta que, naturalmente, no sabríamos identificar; ejemplo, sin duda, de lo que nos dijo el guardabosque, de restos mineralizados en las estancias, de interés no por el tamaño sino por otras características.

Las diferencias entre este yacimiento de moldes - negativos, se podría decir - mineralizados de troncos de árboles y el yacimiento de Arizona son como sigue.

Ø║Ø Aquí, los colores de las mineralizaciones son mucho más apagados, en los grises pardos, violetas grisáceos, a veces asemejándose mucho a un color de madera - si bien, naturalmente, no es de la ex-madera sino por la casualidad de que el mineral tenía dicho color, en contraste con los minerales de colores vivos, como rojos, amarillos, todo un arco iris, de los restos de Arizona.

Ø║Ø Naturalmente, a criterio de cada cual, ambos casos pueden considerarse una ventaja o una desventaja. Ciertas personas dirán que los colores variados y vivos son más vistosos y atractivos por su fantasía, mientras que otras, opinarán que estos colores sombríos guardan mejor el tono de la madera, aunque no vengan de la madera.

La corteza sí, que parece de árbol

Ø║Ø Aquí, además, los restos guardan frecuentemente en detalle los rasgos texturales de la madera original, tanto en las fibras internas de la madera como en las formas típicas de la corteza. Ello, un interés bastante considerable que no se da en Arizona - salvo una sola pieza que vimos allá, como un favor, en la oficina del museo local, con fibras de madera, incluso deshilachadas y, en cierto modo, flexibles.

Ø║Ø En cuanto a cantidad, si la memoria no nos falla, troncos en su largo total hay más aquí que en Arizona, si bien aquí no hay más de una decena; >>>>>>>>>>>>>>>> >>>>>>>>