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║ Así que, sea en el pasado o en el futuro, la Antártida es un punto de interrogación, y Tierra de los Fuegos, una butaca de primera fila para observarlo.

║ En cuanto al presente, nada más que mirar mapas impone interrogantes; a veces, curiosos, a veces, inquietantes.

¿? ¿Por qué ese promontorio se denomina sistemáticamente península cuando nada tiene de casi isla?

¿? ¿Por qué los Chilenos dicen Antártica y los Argentinos dicen Antártida. La primera instancia parecería la correcta, ya que, si tenemos el Artico, lógicamente tendríamos que tener un Antártico y no Antártido.

¿? ¿Cómo puede ser que dos países grandes y maduros como Chile y Argentina se comporten como niños caprichosos, atribuyéndose cada cual a sí mismo, en letra y dibujo, los mismos territorios antárticos, que saben perfectamente que su vecino también se atribuye en letra en dibujo, como si el vecino y sus pretensiones no existieran?

¿? Es no poco extraño ver los mapas, argentinos y chilenos, ilustrando oficialmente casi el mismo sector de la Antártida/Antártica, con sólo una leve desviación lateral, como siendo, por natural evidencia, respectivamente, argentino y chileno; y ver que, en un caso, la península/promontorio se llama Tierra de San Martín y, en el otro caso, se llama Tierra de O'Higgins. Y mientras tanto, los Vespuccianos llaman la misma tierra, por mitades, Tierra de Palmer y Tierra de Graham.  Bastante ridículo.

¿?  Y yendo en más detalle, los mapas de cada país muestran las bases antárticas de su país, reales o nominales, en el promontorio, ignorando totalmente las bases del vecino; pero cuando se cotejan los mapas de las dos naciones, se ve que hay bases de ambos países, instaladas a veces muy cerca una de la otra en el mismo territorio reclamado por ambos países. Una situación que parece muy infantil y que tendrá que terminar en bronca de muchachos, salvo que, mientras tanto, maduren, se sienten en una mesa, y se digan: la mitad para tí, la mitad para vos. Claro que siempre queda la posibilidad de recurrir otra vez al Papa.

Mientras tanto, la nieve sigue cayendo, derritiéndose aquí abajo, acumulándose allá arriba, pero alcanzando a acumularse cada vez más hacia abajo en las laderas.

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Hoy, el tiempo amaneció mucho mejor. Cielo nublado, pero no herméticamente. Esporádicas salpicaduras de gotas de agua, pero no lluvias. Y un viento bastante razonable para este lugar. De manera que, después de terminar algunos >>>>>>>>