Protestante inglés, a los 32 años de edad decidió dedicarse al evangelismo; durante ocho años no pudo, por la mala salud de su mujer; a los ocho años, murió ella, viudo, salió él.
→ Trató de establecer una misión en Africa del Sur; fracasó.
→ En Nueva Guinea; fracasó.
→ En Chile, en seis diferentes lugares entre Concepción y la isla de Chiloé; >>seis veces fracasó.
→ En Tierra de los Fuegos; fracasó.
→ En la orilla norte del Estrecho; casi logró, fracasó.
→ En el desierto de Atacama; después de cinco meses y casi 2.000 kilómetros, >>fracasó.
→ Para cambiar, trató en Bolivia; y, con la aprobación del presidente, casi, >>casi, consiguió ... no, fracasó.
→ Pero once años de tentativas penosamente desanimadoras no era nada; pero 51 >>años de edad no era nada; esta vez, fue a la conislación fueguina.
→ Trató una misión insular; fracasó.
→ Trató una misión flotante; fracasó.
→ Fracasó tanto que sus compañeros murieron, que sus dos lanchas quedaron >>destrozadas; que él mismo murió como perro solitario a orillas del mar, sus >>pertenencias desparramadas por el viento.
→ Meses más tarde, al llegar la noticia a Inglaterra, ante la fuerza del >>impacto, hubo bastante donaciones para construir una goleta y mandarla, con >>el nombre de Allen Gardiner, a la conislación a catequizar a los Fueguinos. >>Al dejarse morir, triunfó. Es lo que, probablemente, él esperaba que >>pasaría. Podía haber salvado su vida, mas no sus deseos.
Lo que no sabemos es si la goleta tuvo más éxito; y por qué tendría que haber tenido más éxito.
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Esta mañana, nos levantamos tempranito, a las 5; para zarpar a las 9 por una barcaza desde Punta Arenas a Tierra de los Fuegos. Una última mirada al sitio de Puerto Hambre, una última lectura de la placa recordatoria colocada en el lugar, y nos apuramos hacia Punta Arenas.
Lástima que la leyenda de la placa diga que los infortunados colonos vinieron a establecer la presencia civilizadora de España, cuando en realidad vinieron - y sin miramientos para con los paraborígenes estrechinos - a tratar de impedir que otro Drake pasara por el Estrecho y robara otra vez el botín de la presencia ladrona de España en el Perú y demás centros de rapiña.
Aun corriendo, para llegar a hora a la barcaza, notamos nuevamente todo lo notado en el camino de ida.