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navegación por una extensión de océano totalmente insospechada, a la cual, por lo tanto, no estaba preparado, y sin saber, pues, dónde y cuándo encontraría, alcanzaría, sus Molucas.

Dicho de otra manera, Vasco Núñez de Balboa había "descubierto" el Pacífico, según lo falsea, hasta falsifica, esta fórmula; Hernando de Magallanes estaba por descubrir el Pacífico de verdad - todo su importante ancho y su influencia en el concepto general del globo terráqueo.

Con todo, no es cierta la fábula colada por acontecimiento histórico que Magallanes haya sido el primero en circunnavegar el globo; fue muerto por nativos en el Pacífico, y lo único que volvió a España de la dotación original después de la circunnavegación fue un barco, de los cinco iniciales, y 18 hombres, de los 270 iniciales; y afirmar que Magallanes fue el primero en circunnavegar el globo porque, en una oportunidad anterior, había llegado al mismo punto del Pacífico pero en sentido contrario, por la punta de Africa, es ser sofístico y querer establecer un mito.

Así nos acordamos de algunos de los aspectos de la célebre expedición del Portugués Fernão de Magalhães, quien tantas veces ofreció su proyecto a su rey sin éxito que, finalmente, lo ofreció a, y lo ejecutó para, España. El diario de su viaje, increíblemente, desapareció.

Y para terminar con Magalhães, los Chilenos le atribuyen otro descubrimiento - que hubiese sido para el ilustre navegante portugués en su tiempo, como lo es para casi todo el mundo hoy, una sorpresa difícil de tragar.

Le atribuyen, ni más ni menos que el descubrimiento de Chile. Poco importa, que el Europeo que pisó por primera vez tierras que iban a ser luego Chile fue Diego de Almagro, viniendo desde el Perú; que quien estableció una colonización estable e incluso fundó la capital presente, Santiago, fue Valdivia, también procedente de los desiertos nortinos; Magallanes vio, aunque sólo la rota extremidad de estas tierras, aunque sólo efímeramente, pero dieciséis largos años antes del contacto permanente desde el norte, y ello es suficiente para que la vanidad patriótica, siempre pronta a encontrar a todas costas mayores héroes y mayores antigüedades, le niegue la paternidad de la nación a los verdaderos iniciadores de ésta por conquista y se la atribuya a un efímero viajero con otros propósitos, quien, sólo de paso, vio y nada más, sin saber qué veía, tierras que recién muy luego fueron agregadas al gobierno chileno. Pero, inflar el patriotismo de dieciséis años bien vale algo que parece ser mesquindad.

Es que los Chilenos siempre le dieron atención privilegiada al Estrecho, y por la duda tomaron posesión de él dos veces: una vez tomaron posesión sin epítetos, en 1558, cuando Chile era sólo una gobernación española; otra vez tomaron posesión de él con epíteto, posesión expresamente efectiva, en 1843.