* Pero, al rato, nos percatamos de que el foco de la luz roja, si bien igualmente luminoso, ya no estaba más detrás de su punto-del-horizonte original sino que se había movido notablemente hacia un costado.
* Luego, la luz ambiental sobre la Tierra empezó a disminuir, si bien la luminiscencia roja del horizonte seguía deslizándose hacia un costado.
* Al rato, la luz ambiental disminuyó lo suficientemente como para que apareciera, aunque débil, la Cruz del Sur. Así se hizo obvio que era por el sur en relación con nosotros que se desplazaba lateralmente la luminiscencia rojiza de detrás del horizonte.
* Fue, finalmente, a las 22:30 que desapareció la luz ambiental sobre la Tierra, mientras la luminiscencia rojiza seguía moviéndose lateralmente detrás del horizonte, y fue a las 23:30 recién, que se desvaneció la luminiscencia rojiza raspando la parte trasera del horizonte - si bien todavía seguía, en aquella parte del horizonte y del cielo, una lividez blanquecina, que se esfumó, si bien nunca al 100/oo, recién a la medianoche.
* El Sol se había estado moviendo y se estaba moviendo, pues, en forma muy tangencial detrás del horizonte hacia su punto de reaparición, en pocas horas más - que no sabemos cuántas van a ser. Pero ya lo agarraremos; si no mañana por la mañana, será pasado mañana.
* De lo observado, surge lógicamente que el Sol, cuando se aproximaba al horizonte, no lo hacía perpendicularmente sino al sesgo, hacia un costado. Nos fijaremos en este particular, mañana.
Evolución que también se puede expresar, y por lo tanto concebir, y más factualmente, traduciendo lo geocéntrico nuestro a lo heliocéntrico de los hechos.
-- Cuando el horizonte se levantó hasta tapar el Sol, la luz roja del Sol detrás del horizonte no quiso irse, y la luz ambiental no quiso irse, en aparente estatismo.
-- Pero, al rato, nos percatamos de que, mientras la luz roja detrás del horizonte quedaba igualmente luminosa, el punto del horizonte que había tapado el Sol no se encontraba más en el mismo lugar sino que se había movido notablemente hacia un costado.
-- Luego, la luz ambiental sobre la Tierra empezó a disminuir mientras el horizonte seguía deslizándose hacia un costado en relación con la luminiscencia roja estable detrás del horizonte.
-- Al rato, la luz ambiental disminuyó lo suficientemente como para que apareciera, aunque débilmente, la Cruz del Sur. Así se hizo obvio que era por el sur en relación con nosotros que se desplazaba el horizonte lateralmente, dejando la luminiscencia roja en su sitio fijo.