no se utilizó el gasto de una de las dos escalinatas para hacer un trabajo menos burdo y deficiente en la otra escalinata.

Muchos por qués sin porques, sino que se vuelve otra vez a un subdesarrollo no por falta de sistemas electrónicos y de dinero fuerte, sino por falta de sesos.

Además, colocar carteles recomendando respeto es una idea excelente. Pero mejor todavía es encomendarlos a alguien que sepa pintar letras y, sobre todo, sepa su ortografía y gramática.

¤ Un cartel, así como lo escribió el pintor, rezaba, en letras de aficionado, "el espetáculo que ofrecen las cuevas de las manos merecen el máximo respeto". Luego, una mano caritativa corrigió el error ortográfico pintando en más chico la "e" y la "t" para poder intercalar la "c". Y nosotros, hoy, completamos la obra de bien raspando el plural de "merecen", de manera que ahora, por fin, el cartel quizás no sea perfecto pero no es incorrecto.

¤ Otro cartel recomienda no "gravar". No tenemos nada contra vacas, pero, en este caso, un burro realmente sería mejor.

Se hizo tarde. Vamos a pernoctar aquí mismo, lo que no va a ser una mala idea, con la magnífica vista del cañadón, y del arroyo Pinturas serpenteando en su fondo - esos paraborígenes sabían encontrarse lugares lindos - y en este silencio perfecto a 44 kilómetros de la primera ruta, por donde nadie transita.

El cañadón

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La noche fue de tranquilidad total. Incluso, el viento amainó, y el silencio se volvió tal que casi se lo podría haber cortado con cuchillo.

Nos quedaremos un rato más aquí, viendo las pinturas una segunda vez y disfrutando un poco más de la vista y de la soledad.

Pero nos sentimos un poco como los cosmonautas en la Luna - bueno, un poquito solamente como ellos, porque si, luego, el motor llegase a no prender, ¿qué ayuda podríamos encontrar aquí?

El motor prendió al instante; nos elevamos de la mitad del cañadón a la planicie de la estepa, y estamos volviendo al camino principal.

Recién tuvimos, en rápida sucesión, ilustraciones de vida, de drama y de muerte, en la estepa patagónica.

▪ Primero, la vida, en dos grupos de guanacos alejándose al galope ante nuestra aparición.  ¿Dónde están los guanacos que, hace solamente cien años, >>>>>>>>