español english français česky

efectivamente, en la práctica, muchos no votan; uno, porque no tienen la obligación, y dos, porque no tienen para quién votar según sus deseos políticos. Así que, en Vespuccia, cuando se habla de una mayoría electoral, se habla de la mayoría de la gente que votó y no de la mayoría de los ciudadanos.

Finalmente, otra diferencia entre estas elecciones, como las vemos en la Argentina, y las elecciones vespuccianas: en la Argentina, el acto comicial se celebra siempre un domingo, cuando, supuestamente, la gente no tiene otras obligaciones que interfieran con la obligación electoral; mientras que, en Vespuccia, siempre se celebra, un día laborable, cuando a los ciudadanos se les da dos horas de franco para ir a votar, si es que quieren.

. .
*

Hoy, tampoco saldremos. Llueve menos, pero sigue un fuerte viento, siempre en la misma dirección, siempre con la misma velocidad, entre 30 y 58 kilómetros por hora, según noticias radiales.  Mejor esperar.

. .
*

Esperar que se solucione un inconveniente sin fecha fija de solución, ver los días pasar, y poder hacer nada para empujar las cosas, requiere paciencia. Tropezar con otro inconveniente encimándose con el primero, cuya solución correcta ni siquiera está garantida en una ciudad chica desconocida, y ver los días perderse, requiere paciencia. Y enfrentarse con los dos susodichos inconvenientes, en permanentes cortinas de lluvias y de vientos, requiere ensimismamiento.  Estamos ensimismados.

Estábamos esperando, pues, que pase la tos. Pero cómo va a pasar una tos en un ambiente de humedad, lluvia, frío y viento. Y apenas si iba amainando la intemperie, cuando, muy posiblemente a causa de las pastillas contra la tos, a Karel le empezó a doler un diente. Empezó; y en vez de apiadarse, siguió cada vez más fuertemente, a punto que tuvimos que hacer lo que menos se quiere hacer en un pueblo chico y desconocido: buscar un dentista que no fuera una amenaza para los dientes.

Comparando datos, aunando indicios, como en una pesquisa policíaca al revés - buscando al más inocente - finalmente Karel se atrevió, no por convicción sino porque en algún momento había que atreverse; y aquí está, con el dolor desaparecido, si bien con la sensibilidad, consecuencia de la intervención, todavía presente, y sobre todo, con dudas en cuanto a los resultados a corto plazo y las consecuencias a largo plazo de este encuentro odontológico.