sabíamos antes, a saber: no coma pan, coma granos enteros - como lo hacemos de vez en cuando.
Lo que tendremos que hacer mucho, durante estos próximos días y semanas y meses, es comernos una enormidad, una bolsa así de grande, quizás un kilo, un kilo y medio, de germen de trigo, obsequio de la amabilidad de los dueños de este molino. Gracias.
Y ahora, las manzanas.
En esta planta, procesan varias frutas y hasta verduras según la temporada del año. En esta temporada, procesan manzanas - que es un producto importante de la zona por todos los manzanares que pudimos observar durante nuestro viaje hacia aquí.
En la planta, vimos lo siguiente.
Las manzanas las tienen almacenadas en grandes depósitos con palintura muy cercana a cero grado, en la cual las manzanas se conservan bien entre su cosecha y su procesamiento, lo que puede ser un período de varios meses.
ø Van sacando las manzanas de dichos depósitos y las echan en un tanque con agua, no tanto para limpiarlas sino para que floten para facilitar así su agarre por cintas transportadoras que las llevan hacia la primera etapa del procesamiento. Esta combinación de flotamiento y de agarre por correas transportadoras es la mismísima que vimos en la cosecha de cranberries en Massachusetts - que ya nos parece tanto tiempo atrás.
ø La correa transportadora lleva las manzanas a una máquina con una bandeja de alambres entrecruzados donde las hojas que hubiere quedan atrapadas, y las manzanas siguen camino, por otra cinta transportadora, hacia unos conos giratorios que separan las manzanas por tamaño; unas, siguen camino hacia un lado, las otras, hacia otro.
ø Luego, pasan las manzanas una inspección por parte de las obreras, que eliminan manzanas por demás mal formadas, y hojas que hubiesen quedado.
ø Luego, llegan las manzanas a unas máquinas peladoras que no se puede llamar de otra manera que maravilla de ingenio: las manzanas van cayendo, una por una, de la cinta transportadora sobre un anillo chato que ronda a manera de calesita horizontal alrededor de la máquina peladora propiamente dicha como su centro; y la calesita tiene una sucesión de cuenquitas, tacitas, concavas, en cada una de las cuales se asienta una manzana; cada uno de estos receptáculos tiene su fondo abierto, y, en esta apertura, revuelve una ruedita excéntrica que coloca cada manzana con el tallo hacia arriba; después de lo cual, la manzana, llevada por la calesita en círculo alrededor de la peladora misma, está expuesta a una sucesión de cuchillas redondas que la pelan, empezando con