Así que debe de haber sido un temblor de 4 richteres para los técnicos y de 0 mercalli para nosotros y nuestro entorno. Es de preguntarse otra vez, como ya nos preguntamos, por qué se insiste en medir y dar a publicidad los sismos, en su fuerza abstracta, que a la gente no interesa, y no en sus resultados tangibles, que a la gente interesa y concierne directamente. Y preguntamos: ¿por qué no caracterizar un sismo de las dos maneras, de tantos richteres de fuerza, con tantos mercallis de daños?
Por lo pronto, nosotros tomamos los mercallis muy en serio, y en cada nuevo lugar donde estamos por estacionar, infaliblemente observamos que no haya peligro de desprendimientos desde edificios en caso de terremoto.
Mientras tanto, hubo un gran terremoto, con grandes daños y muchos muertos, en la ciudad capital de México. También hubo un terremoto en Alaska.
Estamos realmente viajando a lo largo del arco sísmico de América, habiendo evitado, felizmente, hasta ahora, cualquier encuentro mayor con semejante fenómeno.
En la radio, encontramos dos programas semanales para la juventud. Uno, para niños, uno, para adolescentes; y maravilla de maravillas, ninguno de los dos programas tratando los niños y los adolescentes como cabecitas vacías, sino entrevistándolos y haciéndolos participar en discusiones de mesa redonda sobre temas, por lo que nos tocó escuchar, como Producción literaria y Problemas sociales. Nunca nos olvidaremos de la entrevista con una niña de ocho años, escritora y poetiza en sus momentos libres, y de su subyugante cuento del sapo cansado de la vida en este planeta, que se fue a descubrir otro planeta que llamó Ranutis, y donde vivió feliz para siempre.
/\ Nos pareció que sería interesante visitar el Museo de Arte Pre-Colombino, acaso como resumen de todo lo que vimos hasta ahora, y podríamos ver todavía.
Para quien quiere establecer un primer contacto con ciertos aspectos del arte precolonense, no está mal este museo. Pero ignora por completo el arte precolonense de Vespuccia, de Canadá y de la mitad atlántica de América del Sur, salvo la isla de Marajó en la desembocadura del río de las Amazonas. Y los objetos expuestos son de valor muy irregular, salvo un quipo tan extraordinario como, o más extraordinario que, los extraordinarios que vimos en Ica.
Quizás nos interese, en el futuro, referirnos al resumen, aun con sus limitaciones, ofrecido por este museo, según su propia terminología.
• En la zona mezo-americana:
Colima, Nayarit, Chupícuaro, Teotihuacan, Olmeca, Maya, Veracruz.
• En la zona intermedia:
Coclé, Nicoya, La Tolita, Tairona, Calima, Quimbaya, Jama Coaque, Bahía, >>>>>>>>