Incidentalmente, no nos acordamos qué dijimos, o si dijimos algo, respecto a las entrevistas en Santiago, por lo que vamos a resumir las cosas aquí mismo.
- La televisora de una universidad se había entusiasmado con la idea de hacer entrar nuestro vehículo en el estudio mismo, pero cuando se dieron cuenta de que, en la práctica, resultó imposible, se abandonó la idea de la entrevista por completo.
- En la televisora de otra universidad, nosotros tuvimos que cancelar los proyectos por nuestra falta de tiempo - increíble, considerando el tiempo que estamos en Santiago.
- En la radiodifusora de una de las universidades, sí tuvimos una entrevista de media hora.
- Y tuvimos una entrevista en el principal diario, se podría decir el único diario respetable, de Santiago.
Lo siguiente ocurrió en aquel laboratorio fotográfico.
Nos hacían un 10/oo de descuento. Una vez, no tuvieron su maquinita de calcular super-electrónica a mano, pero, en el acto, en el momento cuando ellos empezaron a buscarla, Božka ya les dijo cuánto era la suma a pagar. Ignorando el dato, siguieron buscándola un buen rato; la encontraron; sacaron la cuenta y, asombro de asombros, resultó ser exactamente lo que Božka había dicho al instante, varios minutos antes. Se quedaron pasmados. Y ¿cómo había logrado Božka semejante milagro? Y llamaron a todo el mundo del laboratorio y alrededores para compartir con ellos el milagro. Y nosotros nos quedamos pasmados e incrédulos de que ellos, no uno sino todos, no tenían la menor noción de cómo sacar, y que se puede sacar, un 10/oo, de otra manera que apretando el botón mágico de los porcentajes en la maquinita electrónica. Si esto es el resultado de las gloriosas tecnología y pedagogía modernas, no, gracias.
Una noche, nos despertamos en sobresalto por una fuerte sacudida del coche, que, para nosotros, automáticamente, significó una interferencia de alguien, afuera, aunque nos pareció raro, ya que había total silencio. Investigamos con cuidado. Efectivamente, no había nadie. A la mañana siguiente, tuvimos la confirmación de que había sido un terremoto bastante fuerte, si bien nunca supimos de cuántos richteres, y si bien no hubo daños.
Desde que estamos en Santiago, hubo ya toda una variedad de temblores, por lo que cuenta la gente; pero nosotros, aparte de este último, nunca nos dimos cuenta. Un día, hubo, en primera página del diario, la noticia de un temblor de 4 richteres en Santiago, pero nosotros nunca nos dimos cuenta de nada.
Debe de ser la diferencia entre la escala de richteres y la escala de mercallis que descubrimos en el laboratorio sismológico de Alta California; con los richteres expresando la fuerza abstracta del terremoto sin tomar en cuenta los resultados causados - que pueden ser muy diferentes según la estructura del terreno donde el terremoto ocurre - y con los mercallis expresando los resultados causados sin tomar en cuenta la fuerza que los originó.