Otra revista que compramos está embarcada en un proyecto similar pero en forma de cintas magnéticas y fascículos, todo gratis, como suplemento a la revista.

En resumidas cuentas,

▪▪ gracias a la bonanza que nos trajimos de yapa con las revistas, como la vaca en la otra punta de la soga,

    ▪  tenemos por lo menos la noción

       … de que, mientras Cristóbal Colón se empeñaba con su viaje a Catay y >>>>>>>> Cipango, justamente ahí, en Asia, el imperio bahmani sufría su >>>>>>>> quintisección;
       … de que, mientras los Vikingos paseaban por Europa, en Asia, había un >>>>>>>> imperio uigur;
       … de que, mientras los Eslavos se establecían en los Balcanes, el >>>>>>>> budismo se estableció en Tibet, y moría Mahoma;
       … de que, etc. etc. etc. multiplicado por cien;

   ▪ tuvimos un fascinante refrescamiento de los límites del imperio cartaginés, y de los límites y de las divisiones internas del imperio romano y de sus estados vasallos, con la toponimia de aquella época, hoy, en parte, fenecida, en parte, metamorfoseada, en parte, sobreviviendo tal como estaba;

▪▪ y por culpa de la bonanza que nos trajimos de yapa con las revistas, si bien conocemos ahora la estructura de los músculos esqueléticos hasta sus miofilamentos, discernibles solamente con microscopio electrónico, y si bien sabemos ahora que somos los orgullosos dueños de músculos como los esternocleidomastoideos, los psoasilíacos, los anconeos, tenemos la extraña, la desequilibrante sensación de no saber, y de no poder saber, cuántos músculos en total tenemos ya que los investigadores mismos no se ponen de acuerdo, entre 346 y 501.

No, en serio; todo eso, en un quiosco de diarios, de Santiago de Chile. Y gratis, como suplemento de revistas.

Incidentalmente, también, en el cronograma se levanta una cabeza de la hidra vespucciana, o mejor dicho se someten los escritores a su hipnotismo: todos los países mencionados lo son en su forma castellana salvo Vespuccia que, en vez de figurar como EE.UU., figura foráneamente como USA.

Incidentalmente a lo incidental, precisamente la revista que difunde la Historia Universal parece ser, por la lista de sus fuentes informativas en el exterior, un tentáculo solapado de los intereses y de la filosofía vespuccianos. Más aún, otra revista, sin siquiera intereses políticos o ideológicos directos, porque es revista de viajes y geografía, recibe todo su material y sus instrucciones, aun el material referente a Chile mismo, desde Vespuccia. ¡Bastante estremecedor!