locutores que saben pronunciar exactamente los nombres, y que dan la impresión de saber de qué hablan. Así es que, esta mañana, tuvimos la inefable sensación de desayunar al son de música clásica.

  Y no es siempre la música de siempre: una vez, hubo un concierto para violín de Vieuxtemps; una vez, hubo una música para piano, que no sabíamos de quién era porque la sintonizamos después de su principio, que nos parecía una mezcla de Dallapiccola y Negro Spirituals, y que resultó ser por un compositor perfectamente desconocido, tan desconocido que no supimos captar su nombre, y que él mismo estaba tocando; música muy interesante.

Así, tan ocupado fue nuestro día, que ni tuvimos el tiempo de tratar de tomar la fotografía de la estatua.  Mañana veremos.

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Hoy, nos quedamos todavía en Viña del Mar.

Por una parte, para tomar unas fotografías en el Museo de Arte Rapa Nuí, lo que hicimos con toda tranquilidad con la autorización de su amable directora. Cuánta, y cuán desconocida, elegancia hay en ese museo.

Por otra parte, para lograr, por pura persistencia y astucia, arrancar un par de fotografías de la estatua en la costanera: fue cuestión de esperar toda la tarde y aprovechar con toda celeridad los cinco últimos minutos antes de la puesta del Sol, que son probablemente los cinco minutos más cortos de todo el día - cuando había todavía sol pero ya no la increíble sombra ambulante - para disparar el obturador un par de veces; con la agravante de que, a no más de un metro de la estatua, ruge un tráfico enloquecido y enloquecedor que imposibilita ver la estatua desde una distancia y un ángulo adecuados. Increíble, traer una estatua de tan lejos y colocarla tan mal.

Mañana, será pues hacia Valparaíso y hacia la ciudad capital de Santiago donde tendremos que tratar de ponernos al día lo más posible con todo cuanto se pueda, especialmente las fotografías, y el mantenimiento del coche para enfrentar en óptimas condiciones la larga vuelta que nos espera por Tierra del Fuego antes de llegar a la próxima ciudad grande con recursos, Buenos Aires.

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Esta mañana, decidimos no salir en seguida para Valparaíso y Santiago.