Así fue nuestro contacto con este mensajero de las misteriosas cohortes escultóricas de Rapa Nuí.

En cuanto a por qué hay tantas estatuas, y todas iguales, en la isla - y algunas sin terminar, sólo en sus varios estadios de ejecución, es de preguntarse, a modo de teoría mejor que ninguna teoría, si no habrá sido un taller de estatuas para ser mandadas a otros lugares, algunas, en varias etapas de tallado, otras, ya listas esperando ser entregadas, todo ello repentinamente interrumpido por algún acontecimiento inesperado.

Finalmente, esta estatua lleva en su rostro, oscilando entre la barbilla y la frente, una marca de cretinismo. Resulta que la estatua fue colocada cerca de un cable eléctrico, o el cable eléctrico fue tendido cerca de la estatua, de manera que, en días de Sol, como se puso esta tarde, no hay manera de observar la cara sin que ésta esté cortada por la sombra ambulante del cable. Realmente, traer una estatua de tan lejos y no fijarse en tan destructiva circunstancia.

En un orden de cosas mucho más práctico y, últimamente, de creciente preocupación para nosotros, como es la acumulación de rollos fotográficos para revelar, pero sin la posibilidad desde Lima de hacerlos revelar según nuestros requisitos, vimos, al circular por las calles, un par de laboratorios que quizás podrían llenar nuestros requisitos; pero, siendo hoy domingo, veremos mañana.

También veremos si tenemos la suerte de que no haya Sol, para poder tomar una fotografía de la cabeza de Rapa Nuí sin la cicatriz de cretinismo deambulando por la cara.

Vamos a dormir en una calle que, ni hace falta especificar, será tranquila porque, por lo poco que vimos, parece que la mayoría de las calles de Viña del Mar son residenciales y tranquilas. No por nada es aquí, en Viña del Mar, que el Presidente de Chile tiene su residencia de verano, que es, según se cuenta, la más elegante de la Tierra.

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Hoy, descubrimos muy rápido que los laboratorios fotográficos no responden a nuestros requisitos. Tanto peor; esperemos que tengamos más suerte en Santiago.

Pero sí, descubrimos un supermercado del cual Božka dijo, al regresar, que es exactamente igual a los mejores de Vespuccia: con los espacios para pasearse entre los estantes, de una abundancia y liberalidad más allá de lo necesario, con la cantidad de luces, la calidad de las bandejas y de todas las otras instalaciones, la cantidad y variedad de productos, el atractivo visual de los >>>>>>>>