un alto peligro de incendiabilidad total - conocido y reconocido por los constructores y las autoridades, pero aceptado por todos, para bajar los costos de construcción aunque sea al costo de vidas humanas sacrificadas, en el país supuestamente más rico de la Tierra;
[] y no se escucha en una habitación lo que pasa en la otra.
\tc/ A pesar de lo limitado de lo que escuchamos hasta ahora de Radio Nacional, nos vamos dando cuenta de que parece ser la radio nacional más substancial que jamás escuchamos. Ofrece a sus oyentes, una revista de los diarios de la mañana, informativos, cotizaciones de los cereales, de las carnes y de todo lo demás - de manzanas a bananos; obras teatrales completas; deportes; entrevistas sobre temas tan diversos como la fuerza seminal de la estética del jazz en cierta música popular de hoy, o como las problemáticas físicas y psíquicas de las artes marciales orientales; programas infantiles; música, incluyendo clásica, operetas, zarzuelas, folklórica, tangos de Buenos Aires, valses de Viena, melodías mielosas que vencieron el tiempo, y las obligadas vaciedades de hoy que nunca lo vencerán.
Los informativos de la noche son, como ya mencionado, y por las razones ya apuntadas, una barbaridad, y sus responsables harían bien escuchar, e inspirarse en, los informativos vespertinos de la NPR o sea Radio Pública Nacional de Vespuccia, que nos parecen una obra maestra en el género - en su forma, y haciendo caso omiso de la parcialidad del contenido. Pero, nunca nos fue dado escuchar una radio nacional con tanta variedad, prácticamente enciclopédica, para tantos núcleos y capas del público oyente.
El sistema, sin embargo, junto con su impecable respetabilidad, tiene un gran defecto - que es que nadie puede escuchar lo que le gusta escuchar en el momento que lo desea; tiene que esperar el turno de los programas, y si no puede escuchar cuando difunden lo que a él le gusta, pues se queda con las ganas.
Limitación y deficiencia que no existen en un sistema como en Vespuccia, donde hay estaciones que difunden, todo el día y toda la noche, ya sea solamente noticias, o solamente música clásica, o solamente jazz, o solamente algún otro tema, de manera que cualquiera que quiere escuchar en cualquier momento del día o de la noche algo de su interés, lo puede hacer al instante, y quedarse con ello las 24 horas del día - si bien nunca sintonizamos una radiodifusora que dé solamente entrevistas serias o solamente teatro.
Este sistema especializado, a su vez, por su disponibilidad al instante para cualquiera que lo desee, tiene el defecto de fomentar la adicción a un solo tema, porque el oyente se queda pegado en su emisora de tema preferido y nunca escucha otra cosa ni por accidente, mientras que, en el sistema de la Radio Nacional argentina, el oyente tropieza con, y si es inteligente, acaso se interesará en, temas desconocidos de él, y que, en la manera vespucciana, quedarían desconocidos de él para siempre.
Dos sistemas con sus ventajas y desventajas respectivas.