íntima satisfacción. Según el boletín meteorológico de la radio - porque aquí tienen el lujo de boletines meteorológicos - hubo veinte grados bajo cero en San Antonio de Los Cobres.
Echaremos a andar nuevamente dentro de un rato. Es tiempo para poner las anotaciones al día.
La menor parte de los tres días fue ocupada, almacenando pulpería, agua, poniendo el coche en condiciones, y con tareas varias. La mayor parte, fue pasada en un montón de entrevistas y hasta entrevistas abortadas por razones interesantes.
Tuvimos entrevistas con los tres corresponsales de los tres grandes diarios de Buenos Aires, y con el diario local; éste decidió que nos merecemos más que un artículo en el diario y que va a hacer un reportaje especial en su revista del domingo. Ah, sí, también hubo una entrevista con una agencia noticiosa argentina.
En la televisora local, quisieron hacer una pequeña filmación para su informativo, pero nosotros rehusamos porque no hay manera de condensar cabalmente lo que hacemos en unos contados minutos, de manera que es injusto tanto para los televidentes como para nosotros.
En la filial local de Radio Nacional, querían hacer una entrevista con una variedad de entrevistadores, lo que podría ser una modalidad muy interesante; pero, en el curso de la conversación previa al programa, nos dimos muy rápidamente cuenta del asombroso abismo de mediocridad, mezquindad, estrechez, donde se anidaban y encontraban a sus anchas dichos pontífices locales, incapaces, absolutamente incapaces, de seguir una línea de razonamiento paso a paso para llegar a una conclusión fundamentada diferente de sus nociones preconcebidas; incapaces siquiera de escuchar una aseveración diferente de su mitología preestablecida, interrumpiéndola muy descortés- y estúpidamente, con argumentos desde su punto de vista irrebatibles vertidos en tono irónico como ser: "Así que Usted pretende que nos enseñaron mal en la escuela", o ... ah, pero es inútil tratar de dar una impresión cabal de semejante hoyo de lombrices, sólo una grabación podría haber captado cada sorprendente meandro de tal oscurantismo. Así que llanamente rehusamos participar en la entrevista.
Entonces, el que hubiese sido el moderador ofreció que Karel hiciera uso del micrófono en forma de charla monologal, describiendo la Expedición. Reaccionamos que eso no tenía gracia, que lo interesante es un intercambio de conversación.
Asombroso, muy asombroso, este encuentro que no llegó a ser una entrevista. Hasta tropezar con ellos, uno no se imaginaría que semejantes espíritus pudieran existir. Para nosotros fue, en realidad, como otra visita, una visita al tenebroso submundo de ciertas mentes humanas.