De todos modos, nos enteramos

▪  de que del pucará se rescató unas 3.000 piezas de los lugares reconstruidos, y se espera rescatar igual densidad de piezas en los lugares todavía no tocados;

▪ de que se encontró muertos tanto en el cementerio como debajo de pisos de las viviendas;

▪ de que los paraborígenes tenían ganadería de llamas, agricultura de maíz, papas y quinoas; y tenían intercambios comerciales - por ejemplo importaban madera;

▪ de que, naturalmente, los incas anduvieron por aquí, dejando objetos tanto traídos del Cusco como hechos en el lugar;

▪ y de que, en la quebrada de Humahuaca en particular, quebrada que lleva a Bolivia, y en el noroeste argentino en general, hay una plétora de sitios con dibujos en las rocas - entre ellos, Angosto de Ucumazo, Cerro Negro, Inca Cueva y Zapagua; al respecto, lo que más nos enriqueció, más nos dejó pensativos - especialmente justo, por coincidencia, después de la conversación con el profesor de paleontología contrariado - fue observar las reproducciones de muchas de las pinturas rupestres, algunas con caballos, otras sin.

Así que hay que darle toda la razón, o por lo menos una oportunidad, a nuestro profesor contrariado: hace falta mucho más estudio con mucho menos prejuicio. Muy interesante todo esto, y no el pucará de Tilcara como tal.

Vamos a pasar la noche a la salida del pueblo.

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De Tilcara a Jujuy, fue una ininterrumpida bajada.

De Jujuy hacia Salta, sigue siendo una virtualmente ininterrumpida bajada; tomamos, no el camino super-sinuoso de la ida, sino otro, del que recién nos enteramos, mucho más viable si bien algo más largo. Este nos está llevando por cultivos, incluyendo maíz y caña de azúcar - ésta, en su época de zafra, juzgando por los camiones que la transportan.

La señalización vial de las carreteras argentinas es profusa, y en carteles de alta reflectividad nocturna; lo malo es que falla, o por lo menos hasta ahora falló, en lo más crucial - sin juego de palabra: los indicadores de bifurcaciones, en vez de encontrarse algo antes de la bifurcación para que el automovilista sepa cómodamente a qué atenerse, se encuentran exactamente encima de la bifurcación, cuando ya es demasiado tarde.