se beneficia de la buena idea de tener, incorporados en su estructura, varios tanques con peces colorados, lo que le agrega una distinguida amenidad.

Luego, fuimos a estacionarnos, que con suerte lo logramos, en la plaza central de Salta, que ahora nos sirve de centro de observación y de aprovisionamiento.

><  Se presenta un dilema: en la radio, hay música clásica, y en la glorieta de la plaza, hay función de títeres, un mundo fascinante porque lo podemos ver por dentro, mientras la audiencia se deleita desde afuera.

>< Pasó un camión recolector de basura. Esto no parece recolección de basura sino un nuevo deporte: el camión no para por completo para cada tacho o canasto de basura, sino que los tres hombres que lo acompañan, colgados de él, saltan al suelo, con el camión siempre en reducido movimiento, corren a la basura y la lanzan desde lejos, apuntando al receptáculo del camión como si fueran pelotas apuntando a un blanco, reciben de vuelta el tacho o canasto vacío de un cuarto hombre, parado en la basura en el camión, y ellos mismos, según las circunstancias, ya sea corren hacia el próximo tacho o vuelven a colgarse del camión siempre en movimiento; todo, con agilidad, entusiasmo, como si fuera no un trabajo sucio sino un deporte de placer; hasta su indumentaria parece más un uniforme deportivo que otra cosa.

>< Observando la gente y la actividad alrededor de nosotros, se impone la impresión de que, por lo menos juzgando por esta limitada muestra, la Argentina es un país notablemente diferente de todos sus hermanos hispano-americanos que ya recorrimos, por la muy mayor presencia e influencia de lo europeo. Por lo menos así nos parece ahora; veremos después de haberla recorrido toda - que es un país grande; y su capital, curiosamente, la veremos al final de todo.

Los "señores" taxistas de Salta

Estamos viajando hacia el norte, hacia la ciudad de Jujuy, más protocolarmente, San Salvador de Jujuy.

El camino es de asfalto, pero tan angosto que hay que sacar dos ruedas a la banquina para cruzarse con el tráfico, y sumamente sinuoso.

Pero tenemos la oportunidad, como organizada a pedido, de maravillarnos ante la yuxtaposición de desierto y no desierto, y ante la diferencia entre ambos. Por una parte, estamos viajando por un ambiente con todo lo que ilustra fertilidad, incluyendo pasto, arbustos, árboles, cultivos; y por otra parte, sin embargo, a nuestra izquierda, bordeamos la distante Cordillera donde pasamos tanto tiempo, totalmente seca, estéril, desnuda, salvo su primera ladera. Inclusive, como para subrayar el tema, el camino nos está llevando ahora por un bosque húmedo como vimos muchas veces en zonas intertropales algo atemperadas por la altitud, con lianas, plantas parásitas y grandes masas de musgo poblando las ramas de los altos árboles.