yodatos, o sea en solución en el líquido. Hay que cambiarlo en yodo elemental, o sea particulado, que estará ya no en solución sino en suspensión en el líquido.
6)b. Se logra ello haciendo llover la solución desde lo alto de una torre por donde sube al mismo tiempo anhídrido sulfuroso que reacciona con el yodo.
6)c. Luego, se pasa el líquido, con su yodo ya en partículas, por una celda de flotación donde se separa el yodo particulado, en forma de espuma o pulpa.
6)d. Para separar el yodo de la espuma, se calienta la pulpa para producir la fusión del yodo. Este, por su gran densidad, se separa fácilmente del elemento líquido y, por enfriamiento posterior, se puede retirar en forma de escamas.
6)e. Este yodo está todavía impuro y requiere purificación.
6)f. Para sacar de esta solución así empobrecida hasta el último vestigio de yodo que puede haber quedado, se la somete todavía a un medio solvente.
7)a. Por otra parte, falta explotar otra riqueza más: el sulfato de sodio. Para ello, hay que volver a la solución de caliche ya agotada por la lixiviación anterior. Se vuelve a agregarle agua. Se consigue ahora una solución rica en sulfato.
7)b. Se va enfriando ésta hasta obtener cristales de decahidrato, o sea sulfato de sodio decahidratado. Se separa dichos cristales por el habitual centrifugado.
7)c. Se los funde para obtener la precipitación del sulfato de sodio anhidro, el cual se separa por centrifugado y se seca en un secador rotatorio.
8) Finalmente, la solución originalmente de caliche así vaciada, solución remanente, se vuelve a mandar a un estanque con caliche fresco, para un nuevo ciclo.
Naturalmente, las instalaciones y los procesamientos se fueron mejorando con el correr de los años para llegar al estado presente, y, sin duda, se seguirán modificando.
Por ejemplo, hace poco, un ingeniero descubrió el revolucionario sistema de nuestras abuelas, bisabuelas, tatarabuelas, y todas las paleo-abuelas llegando hasta Adán y Eva, de evaporar humedad por acción solar, de manera que, ahora, la empresa se enorgullece de ahorrar parte de sus costos de evaporación de sus productos por su modernísimo sistema de PES, entiéndase Pozos de Evaporación Solar.
Así fue nuestra visita de esta mina de caliche de más de 1.800 operarios, una de las dos minas que siguen funcionando solitariamente en la extensión de depósitos calichosos de 700 kilómetros, donde, por otra parte, todas las demás minas, unas 170 en el apogeo de 1912, se han silenciado hace mucho ya.
El nombre de esta mina es María Elena; el, de su mina gemela, no muy lejos de aquí, es Pedro de Valdivia.
Y para eso Chile agredió a su hermana Bolivia.