▪ Es un misterio cómo fue formado el caliche, o sea de dónde vienen los elementos químicos infiltrados en los sedimentos inertes.
Lo más fácil es decir, y muchos dicen, que es el resultado de la evaporación de mares internos. Pero ello no explica por qué otras cuencas intraandinas - que, hoy, todavía tienen agua, como los lagos Titicaca o Poopó - tienen agua dulce.
Otra teoría, quizás más aceptable, es que las filtraciones se produjeron no desde la superficie hacia el subsuelo, sino al revés, por aguas filtrando subterráneamente en forma artesiana, disolviendo de paso los elementos químicos, para re-emerger en estos bajos, evaporándose y dejando los elementos químicos en depósitos.
▪ Sea como fuere su origen, el caliche siempre tuvo algún uso en manos del hombre.
▪ Los paraborígenes de la región enterraban sus muertos en los sitios salinos para conservarlos. Más cerca de nosotros, los Atacameños, Collas, y posteriormente los Tahuantinsuyenses, ya fertilizaban sus tierras con el caliche que pulverizaban y mezclaban con agua.
▪ El primer uso que le encontraron los invasores europeos, apenas llegados, fue, cómo no, la fabricación de pólvora. Más tarde, en el siglo XVIII, los Jesuitas, haciendo lo mejor de ambos mundos, utilizaban el caliche tanto para abono como para pólvora.
▪ Pero fue recién en 1810 que se empezó a extraer el salitre del caliche en forma algo organizada, y, en aquel entonces, ni se sospechaba todavía la presencia en el caliche de otra bonanza, la del yodo.
▪ Así fueron en aumento, los depósitos de caliche conocidos, los componentes del caliche conocidos, la eficiencia de los métodos de extracción, hasta que la cosa se volvió tan jugosa que dos fueron los interesados, Chile y Bolivia, quienes, primero, se pusieron de acuerdo, luego, se pelearon, hasta que los Chilenos, en varios episodios, de 1879 a 1905, le arrebataron el negocio por la fuerza a Bolivia, y la costa pacífica también, según ya mencionamos, ya que todas estas tierras donde estamos ahora, y hasta Antofagasta inclusive, pertenecían entonces, históricamente, según los mapas de las divisiones administrativas de América del Sur durante la Colonia, a Bolivia y no a Chile.
Sin embargo, uno se pregunta si estas tierras tendrían que haberse quedado bolivianas, o si hubiese sido, después de lo que vimos en Bolivia y vemos en Chile, una bendición para toda Bolivia volverse parte de Chile.
De todos modos, ¿cómo se explota el caliche, hoy, decenios y siglos después de la primera explotación, que era por cocimiento a fuego abierto?