Uno tiene la oportunidad de re-enterarse incidentalmente de toda la fascinación del mundo sideral, de nuestra estrella, de sus planetas, de los satélites naturales de estos planetas.

Pero a nosotros, fueron otras las cosas que llamaron nuestra atención.

Vimos un muestrario, una ostentación, a escala, de todos los tipos de aviones construidos, desde el primerísimo avión automotor hasta la naveta espacial: 156 modelos diferentes. Quedamos asombrados ante tal inventiva del ingenio humano, tal perseverancia, tal búsqueda de algo siempre mejor; es fascinante observar las formas: por ejemplo, con las alas en la parte trasera del fuselaje, o parte delantera del fuselaje, o cualquier punto entre estos dos extremos; alas angulares, alas redondas; alas simples, alas dobles; alas derechas, alas en V de todas las angulaciones imaginables; alas fijas, alas plegadizas; alas-hélices; alas con cabina pero sin fuselaje; fuselajes simples, fuselajes dobles; motores de hélice, motores sin hélice; motores en la punta delantera del fuselaje, motores en la punta trasera del fuselaje; motores en los costados del fuselaje; motores en la parte anterior de las alas, motores en la parte posterior de las alas.

Todo ello, modelos que llegaron a volar y a ser utilizados; excluyendo las tentativas fallidas detrás de estos modelos exitosos. Una sorprendente muestra de inventiva y determinación.

Asímismo, vimos una muestra, a escala, de los varios cohetes en la evolución de la cohetería; 18 modelos en total. Y ello trae el mismo comentario que los aviones; es interesante observar las sutiles variaciones en el diámetro de los diferentes cohetes: algunos tienen el diámetro parejo de punta a punta, otros tienen el diámetro más fino en la cabeza que hacia la cola, y, entre éstos, el interés es doble - en el grosor relativo de estas dos partes, y en el largo relativo de estas dos partes; y no falta el cohete con más de dos diámetros diferentes, ni el cohete en el cual la parte delgada termina con un ensanche en la punta.

Analizando estas muestras, se puede sentir palpablemente el genio humano buscando, buscando.

Hablando con gente de la Administración, nos enteramos de que tienen, en este Centro, un túnel de viento para experimentos aerodinámicos, donde se puede producir velocidades de viento desde unos 2.114 kilómetros hasta unos 3.700 kilómetros por hora, reproducir condiciones ambientales de altitudes de hasta 45.000 kilómetros, y, por lo tanto, los valores mach variables aproximadamente desde 2 hasta 3,5.

Un túnel así no es cosa tan simple.

• El aire a utilizarse debe estar completamente deshumidificado, y el deshumidificador de por sí ya es todo un edificio con 1.900 toneladas de alúmina activada;