Por lo menos, es evidente de qué vivían los habitantes de este pucará, y los autores de los petroglifos: en el fondo de esta quebrada, hay un largo oasis alimentado por un arroyo.

Aquí, vamos a pernoctar.

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Esta mañana, siguiendo viaje, tenemos otra vez frente a nosotros, por encima y por detrás del desierto, una larguísima cordería; otra vez con su delicada belleza y su semi-invisibilidad, así como la vimos anteayer cuando desembocamos encima de Chuquicamata; siendo la delicadeza de su belleza dada por la fina línea de discretos nevados delineando su cresta, en contraste con las gigantescas moles níveas del Illimani, Huascarán, y otros; y siendo su semi-invisibilidad creada por la contaminación ambiental desparramada día y noche desde hace setenta años por la fundición de Chuquicamata.

A 110 kilómetros de Ollagüe y 3.400 metros de altitud, aparecieron muy sigilosamente matitas de vegetación, algunas, incluso, con florcitas - cada vez más visibles y más tupidas.

Desde esta mañana, no vimos una sola alma viva, ni en tráfico ni en poblados. Vida animal tampoco, doméstica o salvaje.

Pasamos insensiblemente de la llanura pre-cordillerana a valles chatos intra-cordilleranos. El paisaje se tornó diferente y pintoresco, con ninguna altura demasiado cerca de nosotros para taparnos la vista, pero con, a varias distancias mayores, todo alrededor nuestro, cerros de varias formas y altitudes, algunos nevados. Algunos de estos cerros encapuchonados de blanco también ostentan, por debajo de la línea de nieve, una variedad de colores pastel, producidos por las varias mineralizaciones, lo que los hace todavía más atractivos.

El camino pasa sorpresivamente, y con frecuencia, de bastante bueno, con velocidad posible de 60 kilómetros, a muy malo, cuando 15 kilómetros por hora es demasiado.

Estamos cruzando un salar grande, de nombre Ascotán, a 3.750 metros de altitud. La sal no tiene siempre el mismo color. Hay frecuentes extensiones de color pardo ensuciadas por tierra traída por el viento. También hay extensiones de color verdoso, y también se ve extensiones blancas, naturalmente.

Ahora, también se les agregó a los colores anteriores el color azulado de ojos de agua.

Todo el panorama a nuestra derecha es hermoso, se podría decir único, con las varias facetas del salar según recién descritas, y, más allá, espaciados >>>>>>>>