continente americano, si fuera fértil, produciría incontables riquezas, pero no las produce por falta de agua.

2.700 metros de altitud.

3.000 metros, y aparecieron ante nuestra vista, a la vez, una interminable cordería cerrando el horizonte lejano con su línea crestal levemente nevada como para delinearla contra el cielo, y, abajo de nosotros, tremendas terracerías que, sin duda, son de la famosa mina de Chuquicamata hacia donde bajaremos ahora.

Decir que Chuquicamata es la mina de cobre al aire libre, o a tajo abierto, más productiva de la Tierra, que su excavación semeja un anfiteatro de casi 4 kilómetros de largo, de 1.600 metros de ancho, de más de 470 metros de profundidad, es decir poco. Hay que ver el complejo Chuquicamata, o sea la mina, y la ciudad que es parte de la organización. Basta decir que hay dos estaciones de nafta con un total de cerca de veinte bombas de expendio, ambas estaciones, abiertas las 24 horas del día - y de la noche.

"Pala Mundial" en Chuquicamata

La mina de Bingham Canyon es más grande en tamaño que la de Chuquicamata, pero la de Chuquicamata, con un movimiento menor de material, tiene una mayor producción final porque tiene una mejor concentración del mineral.

Hace 70 años que se viene extrayendo cobre de esta mina. En cuanto al futuro, se calcula que hay para cien años más, aunque no se sabe en realidad a ciencia cierta, por la simple razón de que no se sabe todavía dónde termina en profundidad el yacimiento cuprífero.

La profundidad de la excavación de Chuquicamata es, en estos momentos, de 476 metros; los cateos de exploración en profundidad alcanzaron unos 500 metros debajo del presente fondo, o sea casi un kilómetro debajo de la superficie original, sin que se haya tocado el fondo del yacimiento; pero la riqueza del mineral va en disminución por lo que habrá que procesar mayor cantidad de material para conservar la misma producción final.

Decidimos no visitar las excavaciones y la planta de procesamiento del metal porque excavaciones semejantes, metro más, metro menos, ya vimos en Vespuccia, y una planta grande de procesamiento de mineral de cobre ya vimos en detalle en Canadá.

Todo, aquí, exuda organización y solidez. Sin embargo, la estatua al minero, en el centro del complejo, como no podía faltar, es tan mediocre como se pueda imaginar; de una quinta o sexta categoría.

Llaman la atención las extremas medidas de seguridad que rodean y permean este complejo de Chuquicamata, con retenes de carabineros armados de metralletas - lo entenderíamos si se tratase de una fábrica de, por ejemplo, componentes >>>>>>>>