22 de mayo. Todavía en el aeropuerto, pero ya no esperando. Llegó la bomba; está instalada, parece que anda bien. Mañana por la mañana - ni nos animamos a creerlo, pero no hay razón por qué no sea así - arrancaremos nuevamente hacia nuevos horizontes, hacia una vida andariega y hacia la continuación de esta Expedición.
Justo el tiempo para anotar las observaciones más recientes.
* Aparecieron en La Paz anuncios para una película cuyo título movía algo en nuestro subconsciente, hasta que emergió en nuestro consciente que es una de las películas que vimos en elaboración durante nuestra visita al estudio cinematográfico de Los Angeles, despertando muy agradables memorias de aquella tan interesante visita.
* Tuvimos dos entrevistas radiales, de casi media hora cada una; se podría decir muy a último momento. Una, ayer, una, anteayer. En ambas, se desarrollaron dos temas que queríamos llevar a publicidad.
Un tema, que muchos de los indicios de subdesarrollo, tanto en Bolivia como en otros países, son perfectamente innecesarios y corregibles sin exigir un solo rublo o dólar, ni un solo circuito super-electrónico adicional; con sólo un poco de sesos y un poco de dedicación por parte de cada ciudadano en todas las capas de la estructura nacional.
Otro tema, que la idea rectora que inspira los muchos preparativos de conmemoraciones de la llegada de Colón al Caribe, siguiendo glorificando, y glorificando cada vez más, a Colón por su supuesto descubrimiento de América, es infantil por su estereotipificación tradicional; que sería mucho más digno, innovativo y veraz conmemorar el quinto centenario de aquel acontecimiento llevando a la práctica dos ideas:
. Una idea, la de glorificar a Colón, si es que hay que glorificarlo, como el hombre que estableció el primer vínculo práctico y repetible a voluntad entre Europa y América, abriendo así la nueva era que vino después de él; si bien, desde nuestro punto de vista, no es éste ningún mérito porque no fue él quien mejoró las construcciones navales, no fue él quien mejoró la navegación marítima, él solamente por pura casualidad vivió en la época cuando esos dos elementos maduraron a punto cuando hicieron posibles las travesías trans-atlánticas - y si no los hubiese aprovechado él, otro los hubiese aprovechado sin ninguna duda. De manera que si la gente necesita héroes, pues que Colón sea héroe en ese sentido.
.. Otra idea, la de convencer al país americano que todavía no tiene nombre propio después de más de doscientos años de existencia, y que sigue usurpando el nombre del continente como nombre propio, que se escoja un nombre propio para ponerse así a igualdad entre pares en la familia de las naciones americanas.