estereotipada, bastante vulgarmente mal educados. Por ejemplo, en un negocio entró un parroquiano y no esperó su turno. Karel se lo hizo notar; él le contestó que no lo había visto y que poco le importaba. Por ejemplo, varias veces nos golpearon la pintura con la puerta de un coche en estacionamiento; cuando, en cada caso, Karel pidió que tuvieran más cuidado, en vez de pedir disculpas, contestaron que eran Bolivianos y que podían hacer lo que se les antojaba.

* Es muy cansador manejar en La Paz, por lo empinado de todas las calles, multiplicado por la estrechez de las mismas y la densidad del tráfico. Cada vez que se para, lo que, a menudo, es varias veces en una cuadra, hay que poner el freno de mano y echar a andar nuevamente con dificultad contra la pendiente.

* En el centro, a más de los semáforos, hay agentes con pitos, que no se sabe por qué están donde están ya que, en vez de evitar los embotellamientos debidos a la falta de disciplina de los conductores, en vez de estar alertas y de anticipar y refinar las indicaciones de los semáforos, reaccionan como marmotas dormidas, duplicando con atraso lo que los semáforos ya están indicando.

* Todavía no nos acostumbramos a ver la gente llevando, y a menudo calculando mientras camina, semejantes volúmenes de billetes de banco. El otro día, en un negocio, un cliente pagó con un fajo de billetes de cerca de medio metro de largo. Por lo menos, es una satisfacción reconocer que, en la cueva peruana de rateros, semejante despliegue de dinero sería impensable, y que la situación existente aquí demuestra que no hay tanta delincuencia en Bolivia. Viendo la velocidad de prestidigitación con la cual computan sus billetes, es probable que los Bolivianos serían los mejores cajeros de la Tierra.

En una gasolinera, billetes en la ... "caja"

Mañana, por fin, iremos a visitar el observatorio cósmico de Chacaltaya.

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Estamos de regreso de Chacaltaya. En un solo viaje, acumulamos dos renglones de interés, cada uno de los cuales por separado ya hubiese merecido el viaje: un interés pintoresco si se lo puede llamar así, y un interés científico.

•░░• En cuanto a lo pintoresco, ocurre que, al lado del observatorio, hay también un centro de esquí, el más alto de la Tierra, por lo que no falta información en cuanto al camino de acceso, común para ambos sitios. Por dicha lírica de propaganda, se trata de una carretera de sólo 36 kilómetros, pavimentada y enripiada, transitable todo el año, en un ambiente apacible - por lo que nos pareció que nos esperaba más bien un amable paseo hacia el observatorio; pero la lírica púdicamente omite decir que el pavimento es tan >>>>>>>>