paraborígenes, y después de haber dado centenares de toneladas de plata de hasta 75 ó 80/oo de pureza a los Españoles - ya no es sino un esqueleto de sí mismo, perforado, carcomido, excavado, de par en par, como una esponja. Nos preguntamos dónde están, hoy, los huesos de las decenas de miles de indígenas despiadadamente esclavizados por los invasores para enriquecer, por lo menos aparentemente, los cofres de España.
Para nosotros, con el recuerdo del interior de un termitero que una vez vimos, nos es fácil imaginarnos el literal hormigueo humano de esclavos faenando en permanente oscuridad, con velas de cebo, en aire viciado lleno de polvo, llevando 30 kilogramos en la espalda por espacios de difícil movimiento aun sin nada para llevar.
Aun niños estaban esclavizados en las minas para escurrirse por grietas por donde adultos no pasarían. Algunos padres, de alguna manera dañaban una pierna o un pie de sus recién nacidos porque cojos estaban dispensados.
Hay todavía algunas minas pero son éstas mayormente de estaño; y parece que también hay uranio.
Observando el cerro, no ya en los detalles de sus alucinantes cicatrices, sino en el contexto de todos los demás cerros alrededor de él, se impone la observación de por qué será que este cerro, y él únicamente, tuvo tanta riqueza, y ninguna fue hallada en sus compañeros de topografía.
El cerro
¿Será cierto que los Españoles descubrieron la separación de la plata de otros materiales por amalgamación con mercurio recién en 1572 como revolución técnica, mientras los incas conocían el mercurio, conocían sus efectos nocivos y habían prohibido su uso?
Pasando a otro orden de cosas, de Potosí sale el camino a Chile por Uyuni y Ollagüe, que originalmente habíamos pensado tomar, cuando todavía no sabíamos que llegaríamos a Bolivia recién en la época de lluvias. Pero, como la época de lluvias ya se está terminando, quizás podríamos considerarlo otra vez.
No. Por la información recogida en el Servicio Nacional de Caminos, este trayecto va a seguir intransitable hasta mayo o junio; y parece que el camino desde La Paz por Tambo Quemado, si bien es transitable, es problemático.
Estamos en una encrucijada, tanto física, de caminos, como figurativa, de varias opciones entre las cuales elegir, con minucioso análisis de las consecuencias de cada opción, en cuanto a los aspectos administrativos y climáticos de la Expedición. Lástima que nos atrasamos tanto. Según el cronograma original, hubiésemos llegado a Tierra del Fuego en verano; ahora, será a principios de invierno; y hubiésemos llegado a Brasil en época seca; ahora, será en época de lluvias; sin contar complicaciones de orden administrativo.