»« Se supone que siguen las tratativas entre el gobierno y los politiqueros de la Central Obrera, con la mediación de la Iglesia.

»« Finalmente, ahora, aunque quisiéramos, ya no podríamos ir directamente a la Argentina porque la ciudad de Sucre, paso obligado para tal propósito, que, hasta ahora, no estaba bloqueada desde aquí, hace algunos días que está incomunicada también desde aquí, cortándonos así el paso hacia la Argentina.

Por radio - por onda corta, se entiende - escuchamos que, según cálculos estadísticos basados en acontecimientos pasados, se puede esperar un recrudecimiento de actividad de OVNIS en la Argentina alrededor de los meses de junio y julio venideros, algo que nos faltaría en esta Expedición.

También escuchamos una interesante disertación cultural, pero tampoco de aquí sino del famoso gigante de onda corta de Quito.

Hace tiempo que se nos terminaron las nueces, las semillas, las frutas secas; y el agua realmente potable, también - hace días que usamos agua de dudosa vertiente, hervida cinco minutos, agua tan cargada de cieno que tiene color lechoso como si fuera mitad agua y mitad leche. Leche o productos lácteos, por aquí, ni pensar, salvo ocasionalmente quesillos blancos mitad-queso-mitad-sal. Felizmente, una vez por semana, a veces, dos, hay algo de verdura fresca traída de otro pueblo; en frutas, tan sólo bananas y tunas. Mañana, se terminarán nuestras yerbas; habrá que recurrir a té, probablemente teñido porque larga demasiado rápido el color.

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Día decimosexto de la huelga.

Esta mañana, las novedades van, por fin, en la buena dirección. Por primera vez, hay esperanza fundamentada; parece que, con los buenos oficios de la Iglesia, la mayoría de los puntos en litigio ya está solucionada, y que, posiblemente para esta tarde, se podría levantar la huelga - y nuestro cautiverio.

Las 14.  Todavía no se sabe nada.

Las 19.  Todavía sin novedad.  Suspenso.  Mañana, veremos.

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Hoy, 24 de marzo; a las 8, los lugareños todavía no saben - por lo tanto, nosotros, tampoco.